Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

La Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno es la institución pasional más emblemática de la Semana Santa de Murcia, conocida popularmente como Los Moraos o Los Salzillos. Con más de cuatro siglos de historia ininterrumpida, esta cofradía desfila cada mañana de Viernes Santo en una procesión que constituye uno de los momentos más esperados y emotivos de la ciudad, mostrando un patrimonio escultórico excepcional obra en su mayoría del genial imaginero Francisco Salzillo.

Paso de La Caída, obra de Francisco Salzillo, de la Cofradía de Jesús Nazareno de Murcia
Paso de La Caída, obra de Francisco Salzillo (1752), perteneciente a la Cofradía de Jesús Nazareno (Murcia). Foto: Gregorico, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0 / GFDL).

Su procesión, declarada Bien de Interés Cultural inmaterial en el año 2015, representa la máxima expresión del estilo tradicional murciano, conservando elementos únicos como el acompañamiento de la burla con sus carros-bocina y tambores destemplados, los cánticos de las campanas de auroros en la tarde de Jueves Santo, y una indumentaria que diferencia claramente a sus nazarenos, mayordomos y estantes. La vinculación histórica con la aristocracia murciana y su excepcional colección de obras barrocas han convertido a esta hermandad en un referente ineludible tanto para devotos como para visitantes interesados en el arte sacro y las tradiciones culturales.

Contenido

Orígenes y evolución

La fundación canónica de la cofradía se produjo mediante decreto del obispo don Juan de Zúñiga el 2 de agosto del año 1600, aunque la institución venía desarrollando actividades religiosas desde años anteriores. El primer Cabildo oficial tuvo lugar el 3 de septiembre de 1600 en el antiguo convento de los Agustinos, situado en el arrabal de la Arrixaca de la ciudad de Murcia. Este templo conventual, hoy conocido como Iglesia de San Andrés, fue la primera sede de la hermandad antes de construir su propio templo.

Los fundadores fueron los frailes agustinos del convento de Santa María de la Arrixaca, junto con algunos seglares de distintas parroquias murcianas, destacando entre ellos Francisco de Peralta, artesano textil que se convirtió en el primer mayordomo de la cofradía. En aquel histórico Cabildo fundacional se acordó la realización de varias «insignias» o pasos procesionales, siendo la primera de ellas la imagen titular de Nuestro Padre Jesús Nazareno, traída según la tradición desde Italia por el padre agustino Butrón.

La primera procesión documentada de la cofradía tuvo lugar el Viernes Santo del 20 de abril de 1601, en la que desfiló por vez primera la venerada imagen del Nazareno junto con los pasos de La Verónica, San Juan y Nuestra Señora, precedentes de las actuales esculturas. Sin embargo, la hermandad sufrió un duro revés cuando la devastadora riada de San Calixto de 1651 arrasó gran parte de la ciudad, destruyendo todos los pasos procesionales salvo la imagen titular del Nazareno, que milagrosamente se salvó de las aguas.

En la década de 1670, la cofradía emprendió la reconstrucción de su patrimonio encargando nuevos pasos como La Cena, La Oración en el Huerto, La Coronación de Espinas y Los Azotes. Paralelamente, se tomó la decisión de construir un templo propio fuera de los muros agustinos, aunque conectado con el convento mediante un arco. La Iglesia de Jesús, con su característica planta elíptica y espectacular fachada barroca, fue inaugurada en 1696 y se convirtió desde entonces en la sede canónica de la hermandad.

El siglo XVIII está considerado como el «Siglo de Oro» de la cofradía, periodo en el que alcanzó el cenit de su esplendor tanto devocional como artístico. Este florecimiento se debió en gran medida a la llegada del escultor Francisco Salzillo, quien primero fue nombrado mayordomo en 1744 y posteriormente se convirtió en el imaginero oficial de la institución. Entre 1752 y 1777, Salzillo renovó completamente el conjunto procesional creando las obras maestras que hoy admiramos, sustituyendo las antiguas imágenes por esculturas de extraordinaria calidad técnica y expresiva.

En 1765, un prolongado pleito entre la comunidad agustina y la cofradía determinó que la capilla privativa quedara como iglesia independiente, cerrándose definitivamente el arco de comunicación que las unía. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, bajo el impulso del Bailío de Lora, don Francisco González de Avellaneda, se realizaron importantes reformas decorativas en el templo, incluyendo las pinturas de arquitecturas fingidas del italiano Paolo Sístori y el magnífico templete o baldaquino que cobija al Nazareno titular.

Ya en el siglo XX, la cofradía obtuvo el título de «Real» en 1903, cuando el rey Alfonso XIII visitó la Iglesia de Jesús y fue nombrado mayordomo de la hermandad. Posteriormente, en 1976, su nieto el rey Juan Carlos I también fue designado Mayordomo Mayor Honorario, consolidando así los vínculos de la institución con la Corona española.

Templo y contacto

La sede canónica de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno se encuentra en la Iglesia de Jesús, un templo barroco de planta elíptica construido entre 1676 y 1696, ubicado en la Plaza de San Agustín, número 3, en el barrio histórico de San Andrés de Murcia. Este edificio religioso destaca por su espectacular fachada barroca concluida por el arquitecto Francisco Hontiyuelos y por albergar el Museo Salzillo, donde se exponen los nueve pasos procesionales y el célebre Belén del escultor murciano, constituyendo uno de los conjuntos artísticos más visitados de la ciudad.

Para más información sobre actividades, horarios de culto o cuestiones relacionadas con la cofradía, se puede contactar directamente en el teléfono 968 291 893 o consultar su página web oficial.

Indumentaria característica

El hábito nazareno de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno es uno de los más reconocibles de la Semana Santa murciana. Se compone de una túnica de tergal morado, color que da nombre popular a la hermandad (Los Moraos), con el escudo de la cofradía bordado en el antifaz, cíngulo dorado a la cintura y guantes blancos. Los casi dos mil nazarenos penitentes que participan en la procesión portan cruces a cuestas, excepto los miembros de la Hermandad de la Dolorosa, que llevan cirios encendidos.

La procesión se organiza en diez hermandades: nueve vinculadas cada una a un paso procesional, más una suplementaria denominada Hermandad de Promesas, compuesta por devotos que no pertenecen formalmente a la cofradía y que desfila en primer lugar sin paso propio. Cada hermandad se distingue por el color del fondo de su escudo: rojo para La Cena, verde para La Oración, gris para El Prendimiento, rosa para Los Azotes, amarillo para La Verónica, negro para La Caída, morado para Los Nazarenos, marrón para San Juan y azul para La Dolorosa.

Los mayordomos lucen una vestimenta especialmente elegante y singular: van con la cara descubierta (sin capuz), visten levita negra, chaleco blanco, camisa con puntillas de encaje en cuello y bocamangas, pantalón negro y zapatos con hebilla. Portan bastón de plata como símbolo de su autoridad y responsabilidad en la organización y dirección del cortejo procesional. Este atuendo tradicional murciano constituye uno de los elementos más distintivos del estilo de la hermandad.

Algo absolutamente único en la Semana Santa de Murcia es que los estantes de Nuestro Padre Jesús Nazareno (quienes portan el paso titular) no visten la indumentaria típica del estante sino la de mayordomo, aunque sin las puntillas de encaje en cuello y bocamangas. Además, no entregan caramelos ni ningún presente al público, a diferencia de otras hermandades murcianas. Tanto estos estantes como todos los penitentes y mayordomos de la Hermandad del Nazareno caminan descalzos durante todo el recorrido procesional, en señal de máxima penitencia y devoción.

Tesoro escultórico

El patrimonio artístico de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno constituye uno de los conjuntos escultóricos barrocos más valiosos de España. La hermandad custodia nueve pasos procesionales, ocho de ellos obra del genial imaginero Francisco Salzillo, creados entre 1752 y 1777, además de la imagen titular, de autor anónimo anterior a 1600. Este extraordinario legado artístico puede admirarse permanentemente en el Museo Salzillo, anexo a la Iglesia de Jesús.

Nuestro Padre Jesús Nazareno (anterior a 1600) es la imagen titular y más venerada de la cofradía. Según la tradición, su cabeza fue traída desde Italia por el padre agustino Butrón, siendo adaptada para ser procesionada en 1601 por el escultor Juan de Aguilera y el pintor Melchor de Medina. Se trata de una talla de vestir con corona de espinas ceñida sobre peluca de pelo natural y brazos articulados, conservándose su antiguo mecanismo que en otro tiempo le permitía realizar una bendición pública. La imagen milagrosamente sobrevivió a la riada de 1651 que destruyó el resto del patrimonio procesional.

El trono sobre el que procesiona, obra del maestro Policarpo Martín del siglo XIX con tarima inferior de 1968, luce cinco ángeles creados por Francisco Romero Zafra entre 2011 y 2013 en cada uno de los ángulos del paso y sosteniendo la cruz del Nazareno. La cofradía posee varias cruces procesionales, siendo la más valiosa una realizada en México en 1800 en carey con cantoneras de plata e incrustaciones de nácar que representan los atributos de la Pasión. También cuenta con numerosas túnicas históricas de gran valor artístico, destacando las llamadas del «Primer Centenario» y del «Bailío», ambas del siglo XVIII, confeccionadas con ricos espolines valencianos.

La Santa Cena (1761) es una de las composiciones más impresionantes de Salzillo. Sustituyó a una obra anterior del mismo tema realizada por su padre Nicolás Salzillo en 1700. El paso representa el momento de la institución de la Eucaristía con Cristo y los doce apóstoles sentados alrededor de una mesa que cada Viernes Santo se viste con extraordinarios productos naturales, finos manteles, lujosa vajilla de plata y candelabros, labor que tradicionalmente realiza la familia Cotorruelo, camareros del paso. Salzillo distinguió magistralmente la figura de Judas mediante una túnica amarilla sin camisa interior, cenefa de plata corlada en lugar del oro del resto de apóstoles, y otros detalles simbólicos. El trono actual es obra del tallista Antonio Carrión Valverde de 1969.

La Oración en el Huerto (1754) representa el momento en que los tres apóstoles Pedro, Santiago y Juan quedan dormidos mientras Jesús ora al Padre. Es considerada una de las obras maestras de Salzillo, destacando especialmente la figura del ángel que conforta a Cristo, de excepcional belleza y delicadeza, con rasgos casi andróginos y una expresión de dulzura conmovedora. El paso incluye además una palmera que cada Jueves Santo es «confeccionada» artesanalmente por el Cabo de Andas y los Estantes Menores en un local próximo a la iglesia. Procesiona sobre un trono de estilo Luis XV realizado por Antonio López Chacón en 1893.

El Prendimiento o El Beso de Judas (1763) muestra el momento del prendimiento de Jesús en el Huerto de los Olivos. Este paso sustituyó a otro anterior del propio Salzillo de 1736 que no había gustado a la cofradía. La escena está cargada de dramatismo, con el beso traicionero de Judas, San Pedro cortando la oreja de Malco, y soldados romanos capturando a Cristo. El trono fue realizado en 1963 siguiendo el diseño de Antonio Carrión Valverde.

Jesús en la Columna o Los Azotes (1777) fue el último paso que Salzillo realizó para la cofradía, cuando el maestro contaba ya 75 años de edad. Se especula que pudo contar con la participación de su discípulo y colaborador Roque López. La imagen representa a Cristo atado a la columna siendo flagelado por dos sayones, escena de gran crudeza expresiva que transmite el sufrimiento del Señor. Procesiona sobre un trono de estilo Luis XV realizado en 1948 por los hermanos Carrión Ruiz.

La Santa Mujer Verónica (1755) muestra a la piadosa mujer que, según la tradición, enjugó el rostro de Jesús camino del Calvario quedando impreso en el paño. Salzillo creó una figura de gran belleza y expresividad, llena de compasión y ternura. El paso cuenta con un valioso ajuar de paños con el rostro de Cristo de diversas épocas y autores, incluyendo obras de los pintores Domingo Valdivieso Henarejos, Manuel Muñoz Barberán y Pedro Cano. Va sobre un trono obra del maestro Moreno donado por el conde de Roche en 1871.

La Caída (1752) representa a Jesús caído bajo el peso de la cruz en el camino al Calvario, en el momento de la aparición del Cirineo que le ayudará a cargar con ella. Este fue el primer paso de Salzillo que aceptó definitivamente la cofradía, tras el fallido intento de 1736. La obra fue costeada por el mayordomo don Joaquín Riquelme y Togores y tuvo tal éxito que supuso la entrada definitiva del imaginero en la hermandad y la posterior renovación completa del conjunto procesional. Las figuras transmiten un patetismo contenido y una humanidad conmovedora. El trono es de autor desconocido del siglo XIX.

San Juan Evangelista (1756) representa al discípulo amado que sigue los pasos de Jesús camino del Calvario. La figura, de gran delicadeza y juventud, aparece en actitud de caminar señalando la dirección que toma el Maestro. Salzillo sustituyó con esta imagen a otra anterior de 1748 que había realizado para la cofradía. La familia Fontes es camarera tradicional de esta imagen desde hace muchas generaciones. Fue esta familia quien introdujo la costumbre de adornar los pasos con flor natural. El paso es portado por 16 nazarenos estantes con un peso aproximado de 306 kilos.

Nuestra Señora de la Dolorosa (1755) cierra el cortejo procesional. Representa a la Virgen María en su dolor ante la muerte de su Hijo, con las manos entrelazadas y el rostro elevado al cielo en actitud de profundo sufrimiento contenido. Es una de las dolorosas más hermosas del barroco español, con una expresividad que conmueve al espectador. La imagen comparte devoción en Murcia junto con la Virgen de la Arrixaca, ambas custodiadas históricamente por los padres agustinos. Cada Viernes de Dolores se realiza el tradicional traslado de la imagen al convento de las Madres Agustinas, donde es venerada hasta el Miércoles Santo.

La procesión del Viernes Santo

La procesión de la mañana del Viernes Santo es el momento culminante de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y uno de los acontecimientos más esperados de la Semana Santa murciana. El desfile procesional comienza a las seis de la mañana, hora solar, cuando todavía es de noche cerrada, lo que confiere a la salida un carácter único y sobrecogedor. Miles de personas se congregan en la Plaza de San Agustín desde la madrugada para presenciar este momento histórico que se repite cada año desde 1601.

Participan en la procesión aproximadamente cinco mil personas entre nazarenos penitentes, mayordomos, estantes, promesas y miembros de las secciones de bocinas y tambores. La mayoría visten la característica túnica morada y muchos de ellos caminan descalzos durante las siete u ocho horas que dura el recorrido completo, en un ejercicio de fe y penitencia que transmite una profunda emoción a quienes lo presencian.

El itinerario tradicional parte de la Plaza de San Agustín y recorre las principales arterias del casco histórico de Murcia: calles de La Arrixaca y Sagasta, San Antolín, Pilar, San Julián, San Pedro, Jara Carrillo, Plaza Martínez Tornel, Tomás Maestre, Glorieta de España y Arenal. Continúa por la emblemática Plaza Cardenal Belluga, Trapería, Santo Domingo, Santa Clara, Echegaray, Plaza Julián Romea, Gran Vía, Santa Catalina, Plaza de las Flores, San Nicolás, Santa Teresa, Agustinas, Santa Cecilia, regresando finalmente a la Plaza de San Agustín. El primer paso entra en la iglesia sobre las 13:00 horas, aunque los últimos nazarenos no llegan hasta varias horas más tarde.

El desfile tiene momentos especialmente intensos que forman parte de la memoria colectiva murciana: el paso por la estrecha calle San Nicolás, donde los espectadores deben levantarse de sus sillas para permitir el discurrir de los pasos; el encuentro con las Madres Agustinas; y la recogida final en la Plaza de San Agustín, con la dificultad añadida de introducir los nueve pasos en el templo tras ocho horas de trabajos y fatigas bajo el sol primaveral.

La procesión se abre con la Hermandad de Promesas, seguida por los nueve pasos en riguroso orden: La Santa Cena, La Oración en el Huerto, El Prendimiento, Los Azotes, La Verónica, La Caída, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan y La Dolorosa. Cada paso es portado a hombros por entre 16 y 28 estantes, con pesos que oscilan entre los 306 y los 1.310 kilos. Los tronos se llevan al estilo tradicional murciano, sin marcar el paso, a excepción del titular que, al tratarse de un Nazareno, lleva un ritmo particular. Otra característica singular es el sistema de dos estantes por vara, en lugar del estante único de otras cofradías.

Tradiciones litúrgicas anuales

Más allá de su célebre procesión del Viernes Santo, la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno desarrolla a lo largo del año un completo calendario de actos de culto y actividades tradicionales que mantienen viva la devoción y el espíritu de hermandad entre sus miembros. Estas celebraciones y rituales, algunos de ellos centenarios, forman parte del rico patrimonio inmaterial de la institución.

La tarde del Jueves Santo concentra una intensa actividad preparatoria cargada de simbolismo y tradición. A primeras horas de la mañana se celebra una Santa Misa con la particularidad de oficiarse sobre la propia Mesa del paso de La Santa Cena, un momento de gran recogimiento espiritual. Tras la eucaristía comienza la limpieza y preparación de cruces, cirios y pasos por parte de las respectivas camareras, destacando la labor de las Camareras de La Santa Cena, que visten la mesa con manteles de ricos encajes, cubertería y candelabros de plata, y diversas viandas naturales.

Por la tarde, alrededor de las 16:00 horas, tiene lugar en la sala de Juntas el tradicional «Cabildillo», una reunión de mayordomos de asistencia obligatoria para quienes deben salir rigiendo pasos al día siguiente. Esta reunión, que se prolonga hasta las 19:00 horas aproximadamente, sirve para ultimar detalles organizativos y reforzar los lazos de confraternidad. Mientras tanto, en la Plaza de San Agustín, frente a la Iglesia de Jesús, se congregan varias campanas de auroros procedentes de distintas pedanías de la huerta de Murcia que interpretan emotivas salves de la Pasión de Cristo, declaradas Bien de Interés Cultural inmaterial. Este canto polifónico a capela, acompañado únicamente por el tañido de campanas de mano, constituye una de las manifestaciones más antiguas y genuinas del folclore religioso murciano.

Simultáneamente, en un local próximo a la iglesia, el Cabo de Andas y los demás Estantes Menores del paso de La Oración en el Huerto «confeccionan» artesanalmente la palmera que lucirá el paso en la procesión del día siguiente, una tarea meticulosa que requiere horas de trabajo y que se ha transmitido de generación en generación. Una vez concluido el Cabildillo, se cierran las puertas de la iglesia después de que miles de personas hayan acudido a admirar los pasos ya colocados en sus capillas. Es entonces cuando comienza la tarea de sacar los tronos a sus lugares de salida, colocar las varas y realizar el arreglo floral, labores que prácticamente duran toda la noche de Jueves a Viernes Santo.

El Viernes de Dolores, una semana antes de la procesión principal, se celebra el tradicional traslado de Nuestra Señora de la Dolorosa desde la Iglesia de Jesús hasta el convento de las Madres Agustinas, donde permanece custodiada y venerada hasta el Miércoles Santo. Este acto, de gran devoción popular, permite a las religiosas agustinas mantener una vinculación histórica con la imagen y refuerza los lazos entre la cofradía y la comunidad conventual.

A lo largo del año, la hermandad organiza diversos cultos internos, reuniones de hermandades, actos formativos y encuentros de convivencia que fortalecen el sentido de pertenencia y transmiten a las nuevas generaciones los valores y tradiciones de la institución. Especial importancia tienen las sesiones de la escuela de burla, donde jóvenes cofrades aprenden los antiguos toques de bocinas y tambores que se han transmitido oralmente durante siglos sin partitura escrita.

Elementos singulares

La Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno posee una serie de características únicas que la diferencian del resto de hermandades murcianas y españolas, convirtiéndola en una institución de singularísima personalidad dentro del panorama de la Semana Santa nacional.

El elemento musical más emblemático es, sin duda, la burla. Esta manifestación sonora única de la Semana Santa murciana está documentada desde 1601, cuando en la primera procesión de la cofradía ya aparecen las «trompetas de hojadelata» y los «atanbores». Los grupos de burla se componen de tambores destemplados con el parche cubierto por una funda de tela para amortiguar el sonido, y de carros-bocina, unas trompetas alargadas de metal que emiten un sonido agudo y lastimero. Los tambores dan réplica mediante un toque vibrante que cuenta con una docena de variaciones e incluye el característico entrechocar de las baquetas entre sí, produciendo un chasquido muy reconocible.

Esta música ancestral cumple dos cometidos fundamentales que se identifican con sus propios nombres populares: la convocatoria, que anuncia e invita a la procesión, y la burla propiamente dicha, que rememora la mofa y escarnio que en la antigua Roma se hacía de los reos de muerte. El sonido de la burla despierta el sentimiento de los murcianos desde cualquier punto de la ciudad, convocándolos al momento de Pasión que van a vivir una vez más. La procesión dispone de cuatro grupos con tambores y carros-bocinas situados tras la Hermandad de Promesas y los pasos de El Prendimiento, Los Azotes y La Caída.

Aprender a tocar estos instrumentos requiere un largo proceso de aprendizaje. Los jóvenes cofrades-músicos precisan gran número de ensayos para endurecer los labios, sin cuyo fortalecimiento sería imposible obtener algún sonido de las enormes bocinas que son transportadas con ruedas por los cofrades más pequeños. Esta tradición musical se ha transmitido de padres a hijos durante generaciones sin partitura escrita que la sostenga, constituyendo un tesoro del patrimonio cultural inmaterial murciano.

Otro rasgo distintivo es la vinculación histórica de la cofradía con la aristocracia murciana, aunque paradójicamente los estantes procedían tradicionalmente de las huertas de La Albatalía, zonas rurales cercanas a la ciudad. Esta dualidad social ha marcado el carácter de la hermandad, combinando el refinamiento artístico y organizativo de las clases nobles con la devoción popular y el esfuerzo físico de los trabajadores de la huerta que portaban los pasos.

La cofradía obtuvo el título de Real cuando Alfonso XIII la visitó en 1903 y fue nombrado mayordomo, honor que posteriormente también recayó en su nieto Juan Carlos I. Esta vinculación con la Corona española añade un elemento de prestigio institucional que refuerza su importancia dentro del panorama de las hermandades españolas.

El estilo de portar los pasos es también característico: se llevan al modo tradicional murciano, sin marcar el paso ni seguir un ritmo de marcha, permitiendo que los estantes avancen con naturalidad adaptándose al terreno y al peso. Solo el paso titular de Nuestro Padre Jesús Nazareno lleva un ritmo particular, como corresponde a una imagen de Jesús con la cruz a cuestas. Además, se utiliza el sistema de dos estantes por vara en lugar del estante único, lo que requiere una coordinación perfecta entre ambos porteadores.

La no entrega de caramelos por parte de los nazarenos de la Hermandad del titular y de sus estantes constituye otra singularidad absoluta dentro de la Semana Santa murciana, donde lo habitual es que nazarenos y mayordomos repartan caramelos, monas con huevo y estampas al público como símbolo de generosidad y compartir. Esta excepción subraya el carácter de máxima austeridad y recogimiento penitencial de quienes acompañan directamente al Nazareno.

Finalmente, el momento de la salida procesional a las seis de la mañana, hora solar, es también un rasgo único. Cuando todavía reina la oscuridad de la noche, las puertas de la Iglesia de Jesús se abren y el primer paso comienza a salir ante la expectación de miles de personas que han madrugado para presenciar este momento histórico. Este horario tan temprano confiere a la procesión un carácter íntimo y recogido en sus primeras horas, que contrasta con el bullicio y la emoción cuando ya la ciudad ha despertado completamente.

Consejos prácticos para el visitante

Alojamiento: Murcia capital cuenta con una amplia oferta hotelera para todos los presupuestos. Durante la Semana Santa conviene reservar con bastante antelación, especialmente si se desea alojamiento cerca del casco histórico. Las zonas de la Gran Vía, Catedral y alrededores de la Plaza de las Flores ofrecen excelente ubicación para acceder a pie al recorrido procesional.

Transporte: El centro histórico de Murcia es perfectamente accesible a pie. Para llegar desde la estación de ferrocarril o la de autobuses pueden utilizarse autobuses urbanos o taxis. Durante la procesión, el acceso en vehículo particular al centro está muy restringido, por lo que se recomienda utilizar transporte público o ir andando desde el alojamiento.

Vestimenta: En la mañana del Viernes Santo suele hacer fresco al inicio, pero según avanza el día y sale el sol, las temperaturas primaverales pueden ser agradables e incluso cálidas. Se recomienda vestir por capas, llevar calzado cómodo para estar de pie o caminando durante horas, sombrero o gorra y protección solar. La indumentaria debe ser respetuosa con el carácter religioso del acto.

Gastronomía: La Semana Santa murciana tiene sus propias especialidades gastronómicas. No pueden faltar las monas de Pascua (roscas adornadas con huevos duros), los turrones de yema, los paparajotes (hojas de limonero rebozadas y fritas), las torrijas y los buñuelos. Los bares y restaurantes del casco antiguo ofrecen excelente cocina murciana, con platos típicos como el zarangollo, el pastel de carne, el arroz con conejo, y los marineros (dulce típico). Es recomendable reservar mesa con antelación durante estos días.

Dónde situarse: Los lugares más emblemáticos para ver la procesión son la Plaza de San Agustín en la salida, la Plaza Cardenal Belluga, la calle Trapería, la estrecha calle San Nicolás (donde se vive uno de los momentos más intensos) y el entorno del convento de las Agustinas. Para tener un buen sitio en las zonas más concurridas conviene llegar con bastante antelación. Muchos murcianos colocan sus sillas desde la noche anterior.

Visita al Museo Salzillo: Antes o después de la procesión, es imprescindible visitar el Museo Salzillo en la propia Iglesia de Jesús, donde se exponen permanentemente los nueve pasos procesionales y el célebre Belén del escultor. La visita permite apreciar con detalle la maestría técnica de las obras y comprender mejor el valor artístico e histórico de lo que se contempla en la procesión. El museo abre todos los días excepto el Viernes Santo por la mañana.

Preguntas frecuentes

¿Por qué se conoce como «Los Moraos» o «Los Salzillos»?

La cofradía recibe el apodo popular de «Los Moraos» por el color morado de la túnica que visten sus nazarenos. También se la conoce como «Los Salzillos» debido a que ocho de sus nueve pasos procesionales son obra maestra del escultor murciano Francisco Salzillo, considerado el último gran imaginero del barroco español.

¿Cuándo se fundó esta hermandad?

La cofradía fue erigida canónicamente por decreto del obispo don Juan de Zúñiga el 2 de agosto de 1600, celebrándose su primer Cabildo el 3 de septiembre del mismo año. Sin embargo, venía desarrollando actividades religiosas desde años antes. Su primera procesión documentada tuvo lugar el Viernes Santo del 20 de abril de 1601.

¿A qué hora sale la procesión del Viernes Santo?

La procesión comienza a las seis de la mañana, hora solar, por lo que todavía es de noche cerrada cuando se abren las puertas de la Iglesia de Jesús. Este horario tan temprano confiere a la salida un carácter único y sobrecogedoramente emotivo.

¿Cuántas personas participan en la procesión?

Aproximadamente cinco mil personas toman parte en el cortejo procesional, entre nazarenos penitentes que portan cruces, mayordomos, estantes que llevan los pasos a hombros, promesas y miembros de las secciones de bocinas y tambores. Muchos de ellos caminan descalzos durante las siete u ocho horas que dura el recorrido completo.

¿Qué es «la burla» en la procesión?

La burla es una manifestación musical única de la Semana Santa murciana, documentada desde 1601. Consiste en grupos de tambores destemplados y carros-bocina (trompetas alargadas de metal) que producen un sonido agudo, lastimero y penetrante. Este toque rememora la mofa y escarnio que en la antigua Roma se hacía de los reos de muerte y cumple la función de convocar al pueblo murciano al acto de Pasión.

¿Por qué los estantes del Nazareno van vestidos de mayordomo?

Es una característica absolutamente única en la Semana Santa de Murcia. Los 22 estantes que portan el paso titular de Nuestro Padre Jesús Nazareno no visten la indumentaria habitual del estante sino una versión de la vestimenta de mayordomo, aunque sin las puntillas de encaje. Además, caminan descalzos durante todo el recorrido y no entregan caramelos al público, marcando así el máximo nivel de austeridad y recogimiento penitencial.

¿Cuántos pasos procesiona la cofradía y de qué época son?

La hermandad procesiona nueve pasos: ocho obras de Francisco Salzillo realizadas entre 1752 y 1777 (La Santa Cena, La Oración en el Huerto, El Prendimiento, Los Azotes, La Verónica, La Caída, San Juan y La Dolorosa), más la imagen titular de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de autor anónimo y datación anterior a 1600, traída según la tradición desde Italia.

¿Dónde se pueden ver los pasos fuera de la procesión?

Los nueve pasos se exponen permanentemente en el Museo Salzillo, ubicado en la propia Iglesia de Jesús, en la Plaza de San Agustín número 3. El museo abre todos los días y permite admirar con detalle la calidad escultórica de las obras, además de incluir el famoso Belén de Salzillo, una de las representaciones del nacimiento más importantes del arte español.

¿Por qué esta procesión está declarada Bien de Interés Cultural?

En 2015 se declaró Bien de Interés Cultural inmaterial por su excepcional valor patrimonial, que incluye aspectos tangibles (las esculturas de Salzillo, los tronos, la imagen del Nazareno, las bocinas y tambores) e intangibles (los cánticos de auroros, el toque de burla, el vestuario tradicional, la apertura de puertas a las seis de la mañana y el reparto de productos por los procesionistas), constituyendo un conjunto cultural de extraordinaria importancia histórica y artística.

¿Qué son las «campanas de auroros» que cantan el Jueves Santo?

Son grupos de cantores masculinos de las pedanías de la huerta murciana que interpretan cánticos polifónicos a capela de carácter religioso, acompañándose únicamente de campanas de mano. La tarde del Jueves Santo, desde tiempo inmemorial, varias campanas de auroros se congregan en la Plaza de San Agustín para cantar salves de la Pasión de Cristo. Esta manifestación también está declarada Bien de Interés Cultural inmaterial por su antigüedad y valor etnográfico.

Enlaces de interés

Cofradías y Hermandades

Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe representa la incorporación más reciente al nutrido elenco de hermandades que conforman ...

Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia, conocida popularmente como Los Pavos por el color granate de sus túnicas, ...

Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio

La Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio representa una de las manifestaciones más conmovedoras y singulares de la Semana Santa ...

Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad

La Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad representa uno de los cortejos ...

Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza

La Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza representa una de las ...

Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad

La Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad es una de las instituciones más emblemáticas y ...

Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza

La Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza representa una de las instituciones más antiguas y ...

Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Santísimo Cristo de la Salud

La Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Santísimo Cristo de la Salud constituye una de las instituciones cofrades más ...

Real y Muy Ilustre Archicofradía de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado

La Real y Muy Ilustre Archicofradía de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado constituye el colofón festivo y jubiloso de la Semana ...

Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

La Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno es la institución pasional más emblemática de la Semana ...

Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo

La Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo ostenta el honor de protagonizar la que ...

Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores

La Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores ostenta el honor de ...

Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón

La Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón representa una de las instituciones pasionarias más emblemáticas ...

Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Servitas de María Santísima de las Angustias

La Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Servitas de María Santísima de las Angustias, conocida popularmente como Los Servitas, ...

Real, Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo

La Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, conocida popularmente como Los Coloraos, representa la institución penitencial más ...