Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo
La Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo ostenta el honor de protagonizar la que se considera procesión oficial de la ciudad de Murcia. Con una trayectoria histórica que se remonta al siglo XVI y un patrimonio artístico que abarca desde la última obra de Francisco Salzillo hasta magníficas creaciones de Juan González Moreno, esta cofradía representa la culminación del Viernes Santo murciano. Su cortejo nocturno, revestido de solemnidad y luto, congrega a autoridades civiles y religiosas junto a una representación de todas las hermandades de la ciudad, convirtiéndose en el colofón de la Pasión en las calles del centro histórico.

Contenido
- 1 Raíces y evolución
- 2 Ubicación y espacio sagrado
- 3 Indumentaria procesional
- 4 Tesoros artísticos e imaginería
- 5 Desfiles procesionales y recorridos
- 6 Vida cofrade
- 7 Particularidades singulares
- 8 Preguntas frecuentes
- 9 Enlaces de interés
- 10 Cofradías y Hermandades
- 10.0.1 Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe
- 10.0.2 Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia
- 10.0.3 Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio
- 10.0.4 Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad
- 10.0.5 Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza
- 10.0.6 Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad
- 10.0.7 Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza
- 10.0.8 Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Santísimo Cristo de la Salud
- 10.0.9 Real y Muy Ilustre Archicofradía de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado
- 10.0.10 Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno
- 10.0.11 Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo
- 10.0.12 Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores
- 10.0.13 Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón
- 10.0.14 Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Servitas de María Santísima de las Angustias
- 10.0.15 Real, Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
Raíces y evolución
Los orígenes de esta venerable institución se remontan aproximadamente al año 1570, cuando se fundó en la Iglesia del Hospital de Santa María de Gracia (actual San Juan de Dios), siendo promovida desde sus inicios por los mercaderes murcianos. En estas primeras décadas se documenta el encargo de la primitiva imagen titular, estableciéndose así una tradición procesional que ha pervivido a lo largo de más de cuatro siglos y medio.
La procesión del Santo Entierro durante el siglo XVI se componía de varios elementos procesionales: el Santo Sepulcro acompañado por todo el clero de Murcia, la Santa Cruz precedida por la Cofradía de Caballeros Hidalgos de Santiago de la Espada y por los escribanos y procuradores de la ciudad, y la Virgen de la Soledad alumbrada por los mercaderes murcianos. Presidían este imponente cortejo el Obispo y el Corregidor, o sus representantes, lo que subraya el carácter institucional y la relevancia social de esta manifestación religiosa desde sus orígenes.
Un pleito con los frailes hospitalarios provocó que en 1695 la cofradía se trasladara al hoy desaparecido Convento de San Francisco, perdiendo sus titulares originales y debiendo encargar un nuevo Cristo yacente al escultor e imaginero Nicolás de Bussy. En 1800 se aprobaron las constituciones que aún rigen la institución, quedando configurada como la típica cofradía gremial de la época.
En 1820, por Real Orden, se estableció el Cuerpo General de Comercio de Murcia bajo la advocación de «Concordia del Santo Sepulcro», denominación que ya entonces se consideraba muy antigua y que vinculó estrechamente a la hermandad con los comerciantes de la ciudad. Esta tradición se mantiene hasta nuestros días, ya que la Cámara de Comercio de Murcia sigue ostentando la camarería del paso titular en recuerdo de aquella histórica vinculación.
Como consecuencia de la desamortización, en 1838 la cofradía se trasladó al Convento de Verónicas y posteriormente, en 1846, a la Parroquia de San Bartolomé, donde permaneció hasta 1866. En esta fecha se estableció definitivamente en la iglesia del desamortizado Convento de San Francisco, aunque finalmente retornaría a San Bartolomé, su sede actual, convirtiéndose en uno de los templos más emblemáticos de la Semana Santa murciana.
El siglo XX trajo consigo momentos de extraordinaria dificultad y posterior renacimiento. En 1896, el escultor Juan Dorado realizó un trono especial para el Cristo titular de Bussy de atrevida composición, paso que popularmente fue denominado como «La Cama». Lamentablemente, todo el patrimonio que se encontraba en San Bartolomé quedó totalmente arrasado durante la Guerra Civil en 1936, víctima de la barbarie y el odio antirreligioso.
A pesar de esta devastadora pérdida, la cofradía demostró su fortaleza: ya en 1939 sacó la procesión del Santo Entierro, siendo una de las únicas dos que salieron en esa Semana Santa junto con la de Jesús, gracias a cofrades y devotos murcianos y a la colaboración de hermandades vecinas. El paso titular actual fue encargado al escultor Juan González Moreno, quien lo concluyó en 1941, iniciando así una nueva etapa dorada para el patrimonio escultórico de la hermandad.
Ubicación y espacio sagrado
La cofradía tiene su sede canónica en la histórica Iglesia de San Bartolomé-Santa María, templo que comparte con la Cofradía de Servitas desde 1884. Este edificio sagrado, cuyas raíces se remontan a la conquista cristiana, alberga en sus capillas laterales algunas de las imágenes más veneradas de la Semana Santa murciana, constituyéndose en uno de los epicentros de la devoción pasionaria en el centro histórico de la capital.
Indumentaria procesional
Aunque la Cofradía del Santo Sepulcro es de estilo tradicional murciano, presenta una particularidad distintiva: los mayordomos desfilan con la cara tapada, a excepción de aquellos que van en la presidencia, quienes lucen la indumentaria habitual murciana con el rostro descubierto. Los mayordomos también se diferencian al llevar cínculo en la cintura en lugar del fajín característico de otras hermandades.
El cortejo procesional está integrado por cerca de 500 nazarenos, aunque el número real de cofrades de la institución es muy superior a esa cantidad. Todos visten túnica de terciopelo negro, color del luto que impregna toda la noche del Viernes Santo. Las diferentes hermandades que componen la cofradía se distinguen por los colores de sus fajines: violeta para el Cristo de Santa Clara, amarillo para la Virgen de la Amargura, negro para el Santo Sepulcro, verde para San Juan Evangelista y blanco para la Virgen de la Soledad.
Esta diferenciación cromática permite a los espectadores identificar a qué hermandad pertenece cada nazareno, añadiendo un matiz de color sobrio pero significativo al conjunto enlutado del desfile procesional.
Tesoros artísticos e imaginería
Santísimo Cristo de Santa Clara la Real
La procesión se abre con la Hermandad de la Cruz-Guión, heredera del espíritu del cortejo inaugural de la Santa Cruz o Calvario. En el centro, un hermano porta la cruz mientras los penitentes alumbran su paso, evocando el camino al Gólgota.
Le sigue el primer paso con imagen escultórica: el Santísimo Cristo de Santa Clara la Real, también conocido como Cristo de las Isabelas o Cristo de la Buena Muerte, obra maestra de Francisco Salzillo realizada en 1770. Esta talla representa la última imagen del genial escultor murciano que desfila en toda la Semana Santa de Murcia, convirtiéndola en una pieza de valor artístico e histórico incalculable.
La imagen fue encargada por las Hermanas Isabelas para su convento, donde residió hasta que la Desamortización de Mendizábal provocó su traslado, primero al Convento de San Antonio, posteriormente al Colegio de la Purísima, y finalmente a su actual residencia en el Convento de Santa Clara la Real. Durante décadas, el Cristo permaneció en la clausura del convento, reservada su contemplación a un reducido grupo privilegiado.
En 1997, un grupo de antiguos alumnos del Colegio Maristas presentó a la Cofradía del Santo Sepulcro el proyecto de incorporar esta magnífica escultura a la procesión del Viernes Santo. El 28 de marzo de ese año, el Cristo de Santa Clara la Real salió por primera vez en procesión para asombro y devoción del público murciano, que en su mayoría no había tenido oportunidad de contemplarlo.
La talla, de madera policromada y dorada con la técnica del oro fino burilado, representa a Cristo crucificado por tres clavos y sin vida. Destaca el tratamiento anatómico del cuerpo, los pliegues del paño de pureza que aportan un ligero movimiento, y el naturalismo del rostro, lleno de expresividad mística. Desfila semiacostado debido a las características y estado de conservación de la cruz original, aunque ello no impide contemplar su hermosa figura de perfectas proporciones que anuncia el neoclasicismo emergente de la última etapa de Salzillo. Es portado por 28 estantes, todos ellos antiguos alumnos Maristas que mantienen viva esta hermosa tradición.
Santísima Virgen de la Amargura
El segundo paso es la Santísima Virgen de la Amargura, obra del eminente escultor aljucereño Juan González Moreno, tallada en 1944 aunque procesionó por primera vez en 1946. Fue encargada por iniciativa del presidente de la cofradía don Carlos Aransay, tras el éxito obtenido con la realización del paso del Santo Entierro, por un importe de 12.000 pesetas.
Una vez concluida, el presidente de la Cámara de Comercio don Adrián Viudes y su secretario don Miguel López Guzmán, con autorización del escultor, expusieron la imagen en el Pabellón de la Cámara de Comercio de Barcelona, donde despertó un gran fervor entre los amantes del arte. Como anécdota, visitantes ingleses y franceses quisieron adquirir la escultura, testimonio de su extraordinaria calidad artística.
La Virgen aparece sedente y sola al pie de la Cruz Vacía, de la que pende un sudario blanco. En actitud de pleno dolor dirige su mirada al cielo con una faz de gran belleza y honda tristeza por la muerte de su Hijo, mientras sus manos abiertas aunque bajas, en actitud de súplica, potencian el dramatismo del momento. La belleza de esta escultura es indiscutible, con un atractivo y sencillez que ha captado siempre la atención y elogios de los murcianos.
La imagen tiene unas dimensiones de 1’13 x 0’58 x 0’86 x 0’81 metros y es de talla completa en madera vestida con túnica roja y manto grisáceo, policromías en tonos mates y sin brillos, típicas del maestro González Moreno en su estilo castellano. Lleva una aureola de plata sobre la cabeza con ráfaga salpicada de estrellas y el Ave María en el centro, destacando además una bella daga clavada en el pecho. Fue restaurada en el Centro Regional de Restauración en 2001 y recibe culto en la capilla del Santo Sepulcro, situada en el crucero izquierdo de San Bartolomé. El trono es una destacada obra de Juan Lorente Sánchez, realizado en 1982. Es portada por 26 estantes.
Santo Sepulcro
El paso titular es sin duda el momento más emotivo del cortejo. Las imágenes que componen este grupo escultórico son obra de Juan González Moreno, realizado en 1941 tras ganar un concurso convocado bajo la presidencia de don Carlos Aransay Martínez. El paso fue bendecido en San Bartolomé el Martes Santo 8 de abril de 1941, procesionando ese Viernes Santo por primera vez.
A diferencia del anterior paso de Juan Dorado («La Cama»), este conjunto no representa el lecho fúnebre, sino el momento preciso del Entierro de Cristo: cuando el cuerpo del Redentor está siendo depositado sobre el sepulcro por José de Arimatea, mientras María intenta acariciar a su Hijo; San Juan, arrodillado y apenado, recoge la mano del Maestro; María Magdalena cae abatida al suelo; y Nicodemus se arrodilla ante esta dolorosa escena.
El grupo escultórico está formado por imágenes de tamaño natural, en madera policromada y estofada. La composición resulta espectacular tanto por la calidad de la talla como por la riqueza cromática, aunque González Moreno se aparta del esquema salzillesco tan querido en la ciudad, impregnando su obra de las líneas de su maestro Capuz. El resultado es una composición claramente inspirada en obras renacentistas como las de Juan de Juni, con un punto de vista predominante desde uno de los costados que abre el grupo para mostrar a la Virgen y al público el cuerpo muerto de Cristo.
El trono actual es obra de Juan Lorente realizado en 1980, en madera sobredorada. En las esquinas destacan las figuras talladas de los cuatro evangelistas con sus atributos, además de relieves en los laterales que representan el antiguo paso de «La Cama» de Dorado. Se trata de uno de los tronos más pesados de toda la Semana Santa de Murcia, portado por 30 estantes con un peso aproximado de 2.800 kilogramos.
San Juan Evangelista
El cuarto paso corresponde a San Juan Evangelista, también obra de Juan González Moreno del año 1952, procesionando por primera vez en la noche del Viernes Santo de 1953. Representa a un San Juan ya maduro, en una obra de plena madurez del escultor aljucereño. El trono es de Juan Lorente Sánchez, realizado en 1970, y el paso es portado por 24 estantes.
Santísima Virgen de la Soledad
Cierra el cortejo procesional la Santísima Virgen de la Soledad, imagen anónima del siglo XVIII y la más antigua que conserva la cofradía. Procede del desaparecido Convento de Justinianas de Madre de Dios y ha formado parte de la procesión del Santo Sepulcro desde tiempos inmemoriales, salvándose milagrosamente de los distintos traslados de sede y de la destrucción ocasionada durante la Guerra Civil.
La imagen fue restaurada en el Centro Regional de Restauración de Verónicas en 2002, así como su manto, refajo y corona. Destaca por su bella diadema con ornato de ráfagas y doce estrellas. A los pies de la Soledad se encuentran dos preciosos angelitos que acompañan a la Virgen en su dolor. El trono de la Virgen de la Soledad, de Juan Lorente realizado en 1983, es considerado una de sus obras más destacadas. Es portada por 24 estantes.
Desfiles procesionales y recorridos
La procesión de la Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro tiene lugar en la noche del Viernes Santo, saliendo de la Iglesia de San Bartolomé aproximadamente a las 19:00 horas, inmediatamente después de la Cofradía de Servitas con la que comparte templo y buena parte del itinerario. El recorrido completo es de aproximadamente 1.630 metros, recogiéndose la procesión entre las 22:30 y las 23:00 horas.
El itinerario transcurre por las principales arterias del centro histórico: Plaza de San Bartolomé, José Esteve Mora, Calderón de la Barca, Plaza de Santa Gertrudis, Fernández Ardavín, Plaza de Romea, Echegaray, Santa Clara, Plaza de Santo Domingo, Trapería, Plaza Hernández Amores, Nicolás Salzillo, Plaza del Cardenal Belluga (donde se detiene frente a la magnífica fachada barroca de la Catedral), Arenal, Glorieta de España, Tomás Maestre, Plaza Martínez Tornel, Jara Carrillo, Plaza de San Pedro, Cristo de la Esperanza, Plaza de las Flores, Plaza de Santa Catalina, Santa Catalina, Gran Vía, Santa Catalina y finalmente Plaza de San Bartolomé.
Al tratarse de la procesión oficial de la ciudad, en la presidencia del cortejo desfilan autoridades civiles, clero y una representación de todas las cofradías que conforman el Real Cabildo Superior de Murcia con sus respectivas túnicas y estandartes o pendones. Este hecho convierte al Santo Sepulcro en un desfile único, donde convergen todas las hermandades de la Semana Santa murciana en un acto de unidad y devoción compartida.
Vida cofrade
La actividad de la cofradía no se limita a la procesión del Viernes Santo. A lo largo del año, la hermandad mantiene una intensa vida espiritual con diversos cultos y celebraciones. Durante la Cuaresma se celebran quinarios y triduos preparatorios en honor a las imágenes titulares.
Una tradición especialmente emotiva es el Encuentro del Jueves Santo, cuando la Santísima Virgen de la Soledad sale en la mañana desde San Bartolomé para hacer encuentro en la Plaza de Santo Domingo con su Hijo, el Santísimo Cristo de Santa Clara la Real. En este precioso acto la Virgen es portada exclusivamente por miembros de la familia Ayuso, manteniendo una hermosa tradición familiar vinculada a la devoción mariana.
La cofradía también custodia una Sagrada Reliquia del Lignum Crucis (fragmento de la Vera Cruz), adquirida en 2011 tras donación de doña María Isabel Villena Ramírez. Para dar culto y custodia a esta reliquia durante el Traslado Solemne y Procesión, se elaboró un precioso relicario de estilo rococó en plata y oro, con forma de custodia de sol, alternando rayos y medallones con atributos de la Pasión y la Cruz de Jerusalén, con 39 rubíes distribuidos (por los 39 latigazos de la Flagelación).
Desde 2013, la cofradía recuperó el tradicional culto al Divino Niño Perdido, documentado ya en 1593, con una imagen realizada por el escultor jienense don Antonio José Martínez Rodríguez. Esta advocación establece una prefiguración entre los tres días que pasó perdido el Niño Jesús en el Templo y los tres días de Jesús en el Sepulcro, así como los sufrimientos de su Madre.
Particularidades singulares
La procesión oficial de Murcia: El Santo Sepulcro ostenta desde tiempo inmemorial el honor de ser considerada la procesión oficial de la ciudad, hecho que se refleja en la presencia de todas las autoridades civiles y religiosas, así como de representantes de todas las cofradías murcianas.
Vínculo histórico con el comercio murciano: Desde su fundación, la cofradía estuvo vinculada a los mercaderes de la ciudad. En 1820 se constituyó el Cuerpo General de Comercio bajo la advocación de «Concordia del Santo Sepulcro», nombre que se mantuvo hasta 1943. Hoy día, la Cámara de Comercio de Murcia sigue ostentando la camarería del paso titular como testimonio de esta arraigada tradición.
Hermandades independientes surgidas del seno del Sepulcro: En 1950 se creó la Hermandad del Cristo de la Misericordia, que en 1974 se constituyó en cofradía independiente, saliendo desde San Esteban aunque manteniendo vínculos fraternales con la cofradía matriz. En 1997 se creó la Hermandad del Cristo de Santa Clara la Real, formada por antiguos alumnos Maristas.
La última obra de Salzillo en procesión: El Cristo de Santa Clara la Real (1770) es la última imagen que Francisco Salzillo talló y que actualmente desfila en la Semana Santa de Murcia, convirtiéndola en una pieza de valor artístico excepcional para cerrar cronológicamente la presencia salzillesca en las calles murcianas durante la Pasión.
Dominio escultórico de González Moreno: Con cuatro de las seis imágenes procesionales (Santo Sepulcro, Virgen de la Amargura y San Juan Evangelista, más los evangelistas del trono), Juan González Moreno convirtió al Santo Sepulcro en el mejor escaparate de su arte pasional, demostrando que en Murcia, cuna de Salzillo, era posible crear un estilo propio y reconocible.
Renacimiento tras la Guerra Civil: La cofradía demostró una capacidad de recuperación admirable, siendo una de las dos únicas que procesionaron en 1939 y encargando inmediatamente la reposición de su patrimonio perdido al mejor escultor del momento, Juan González Moreno, quien entregó obras maestras que rivalizan con las mejores creaciones barrocas.
Consejos para el visitante
Alojamiento: Para vivir con intensidad la noche del Viernes Santo, se recomienda buscar alojamiento en el centro histórico de Murcia, preferiblemente en las inmediaciones de la Catedral, San Bartolomé o la Plaza de Santo Domingo. La ciudad ofrece opciones que van desde hoteles boutique en edificios históricos hasta establecimientos modernos de cadenas internacionales.
Transporte: El casco antiguo murciano es peatonal y de dimensiones reducidas, lo que facilita seguir la procesión a pie. Para quienes lleguen de otras localidades, Murcia cuenta con estación de autobuses, estación de tren Renfe y el aeropuerto de Corvera. Los aparcamientos públicos en la periferia del centro son la mejor opción para quienes lleguen en vehículo particular.
Vestimenta apropiada: Dado el carácter solemne y religioso de la procesión, se aconseja vestir con respeto y sobriedad. El calzado cómodo es imprescindible, ya que la procesión recorre más de 1,5 kilómetros y muchos devotos la siguen en su totalidad. Las temperaturas en marzo-abril suelen ser templadas, aunque conviene llevar una chaqueta ligera para la noche.
Gastronomía típica: La Semana Santa murciana tiene una rica tradición gastronómica. No pueden faltar las monas de Pascua, los paparajotes (hojas de limonero rebozadas), los buñuelos y la mona. Las tapas murcianas como las marineras, el pastel de carne, las caballitos y los productos de la huerta acompañan perfectamente los vinos de las Denominaciones de Origen Jumilla, Yecla y Bullas.
Preguntas frecuentes
¿Por qué se considera al Santo Sepulcro la procesión oficial de Murcia?
La procesión del Santo Sepulcro ostenta este honor desde tiempos históricos por su antigüedad, su vinculación con las autoridades civiles y religiosas desde el siglo XVI, y porque en su presidencia desfilan representantes de todas las cofradías de la ciudad junto con las máximas autoridades municipales, eclesiásticas y militares.
¿A qué hora sale la procesión del Santo Sepulcro?
La procesión sale de la Iglesia de San Bartolomé aproximadamente a las 19:00 horas del Viernes Santo, inmediatamente después de la Cofradía de Servitas. Se recoge entre las 22:30 y las 23:00 horas, siendo la procesión más extensa en duración de toda la Semana Santa murciana.
¿Quién fue Juan González Moreno y qué importancia tiene en esta cofradía?
Juan González Moreno (1908-1996) fue el escultor murciano más importante del siglo XX. Para el Santo Sepulcro creó cuatro obras maestras: el grupo del Santo Entierro (1941), la Virgen de la Amargura (1944-1946), San Juan Evangelista (1952) y las figuras de los evangelistas del trono. Sus obras demuestran que era posible crear un estilo propio en Murcia más allá del salzillismo imperante.
¿Qué representa el paso del Santo Sepulcro?
A diferencia de otros pasos que muestran a Cristo yacente en un sepulcro, el grupo escultórico de González Moreno representa el momento preciso del Entierro: cuando José de Arimatea y Nicodemus depositan el cuerpo de Cristo en el sepulcro, mientras María intenta acariciar a su Hijo, San Juan recoge su mano y María Magdalena cae abatida de dolor.
¿Cuál es la imagen más antigua que procesiona con el Santo Sepulcro?
La Santísima Virgen de la Soledad, imagen anónima del siglo XVIII procedente del desaparecido Convento de Justinianas de Madre de Dios, es la talla más antigua que conserva la cofradía. Se salvó milagrosamente de todos los traslados de sede y de la destrucción de la Guerra Civil.
¿Cómo se distinguen las diferentes hermandades del Santo Sepulcro?
Aunque todos los nazarenos visten túnica negra, las hermandades se diferencian por el color de sus fajines: violeta para el Cristo de Santa Clara, amarillo para la Virgen de la Amargura, negro para el Santo Sepulcro, verde para San Juan Evangelista y blanco para la Virgen de la Soledad.
¿Por qué el Cristo de Santa Clara salió por primera vez en procesión en 1997?
Durante siglos, esta obra maestra de Salzillo de 1770 permaneció en la clausura del Convento de Santa Clara la Real, siendo su contemplación privilegio de muy pocas personas. En 1997, un grupo de antiguos alumnos Maristas propuso a la cofradía incorporar la imagen a la procesión, sacándola así de la clausura para deleite de todo el pueblo murciano.
¿Qué relación tiene la Cámara de Comercio con esta cofradía?
Desde 1820, cuando se constituyó el Cuerpo General de Comercio de Murcia bajo la advocación «Concordia del Santo Sepulcro», los comerciantes murcianos han estado vinculados a esta hermandad. Hoy día, la Cámara de Comercio ostenta la camarería del paso titular como testimonio de esta tradición centenaria.
Enlaces de interés
- Página oficial de la Cofradía del Santo Sepulcro
- Ayuntamiento de Murcia
- Turismo de Murcia
- Parroquia de San Bartolomé
- Real Cabildo Superior de Cofradías de Murcia
- Región de Murcia Digital
Cofradías y Hermandades
Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe
Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia
Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio
Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad
Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza
Muy Ilustre y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad
Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza
Pontificia, Real, Hospitalaria y Primitiva Asociación del Santísimo Cristo de la Salud
Real y Muy Ilustre Archicofradía de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado
Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno
Real y Muy Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo
Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores
Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón
Real, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Servitas de María Santísima de las Angustias
Real, Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
