Iglesia de San Pedro Apóstol
En pleno corazón de la capital murciana se alza la Iglesia de San Pedro Apóstol, uno de los templos más emblemáticos y antiguos de la ciudad, cuya historia se remonta a los primeros días de la Reconquista cristiana. Este santuario, construido sobre el solar de una mezquita islámica citada en el Libro de Repartimientos de Alfonso X el Sabio en 1272, constituye un testimonio excepcional de la evolución arquitectónica y devocional de Murcia a través de los siglos.

La iglesia actual, edificada durante el primer tercio del siglo XVII y reconstruida en la primera mitad del XVIII, representa uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa barroca murciana. Su ubicación estratégica entre la Plaza de San Pedro y la emblemática Plaza de las Flores la convierte en un punto neurálgico del casco antiguo, donde confluyen historia, arte, devoción popular y tradición cofrade.
Como sede canónica de la Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza desde 1754, la Iglesia de San Pedro desempeña un papel protagonista en la Semana Santa de Murcia, siendo punto de partida del cortejo procesional del Domingo de Ramos que tiñe las calles de la ciudad con el característico color verde de las túnicas de esta histórica cofradía.
El templo atesora además un patrimonio escultórico de primer orden, con obras maestras de Francisco Salzillo como el Cristo de la Esperanza (1755), San Pedro Arrepentido (1780) y María Santísima de los Dolores (1756), junto a un magnífico retablo mayor obra de Nicolás de Rueda y el propio Salzillo, que conforman uno de los conjuntos artísticos más valiosos del barroco español.
Contenido
- 1 Recorrido histórico
- 2 Datos prácticos
- 3 Arquitectura y elementos decorativos
- 4 Patrimonio escultórico
- 5 Vida litúrgica anual
- 6 Curiosidades singulares
- 7 Preguntas frecuentes
- 8 Enlaces de interés
- 9 Templos
- 9.0.1 Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora del Carmen
- 9.0.2 Iglesia de Jesús
- 9.0.3 Iglesia de San Antolín Mártir
- 9.0.4 Iglesia de San Bartolomé – Santa María
- 9.0.5 Iglesia de San Esteban
- 9.0.6 Iglesia de San Francisco de Asís
- 9.0.7 Iglesia de San Juan Bautista
- 9.0.8 Iglesia de San Juan de Dios
- 9.0.9 Iglesia de San Lorenzo
- 9.0.10 Iglesia de San Nicolás de Bari
- 9.0.11 Iglesia de San Pedro Apóstol
- 9.0.12 Iglesia de Santa Catalina
- 9.0.13 Iglesia de Santa Eulalia
Recorrido histórico
Los orígenes de la Iglesia de San Pedro se vinculan directamente con la transformación urbana y religiosa que experimentó Murcia tras la conquista cristiana de 1266. El templo primitivo se edificó sobre el solar de una mezquita islámica que aparece documentada en el Libro de Repartimientos de Alfonso X el Sabio, cuando en 1272 el monarca donó tierras en la huerta de Murcia a su clérigo Don Bernat, haciendo referencia a esta mezquita como punto geográfico de referencia.
El barrio de San Pedro, junto con el de San Bartolomé-Santa María, constituye el núcleo inicial de la Murcia más antigua, configurando el corazón de la ciudad medieval cristiana. Pocas noticias se tienen de aquel templo primigenio, cuya fisonomía y estructura permanecen en el ámbito de la conjetura histórica. Lo que sí consta documentalmente es que la parroquia de San Pedro funcionaba como tal desde la Edad Media, desempeñando un papel relevante en la vida religiosa y social de la ciudad.
En el siglo XV, la noble familia de los Saavedra estableció su lugar de enterramiento en esta parroquia, vinculación que resultaría determinante para la historia del templo. En 1482 y 1540, los Saavedra reedificaron el crucero del templo primitivo para adaptarlo a sus necesidades sepulcrales, creando la capilla de Santa Elena, también conocida como capilla de los caballeros Saavedra, en virtud del patronato que ostentaban sobre ella.
El más ilustre miembro de este linaje, Don Diego de Saavedra Fajardo —caballero de Santiago, miembro del Consejo Real de Indias, embajador y escritor prolífico— amplió los derechos funerarios de la familia en la iglesia actual hasta la capilla mayor, mediante la autorización de patronato y entierro que recibió en 1641. Esta vinculación de los Saavedra con San Pedro dejó una impronta indeleble en el templo, cuyo escudo familiar preside aún el retablo mayor.
El templo que contemplamos en la actualidad comenzó a construirse a principios del siglo XVII, siendo obispo de Cartagena Francisco Martínez. El estado de grave deterioro del inmueble precedente motivó su reconstrucción completa. Las dos portadas del templo fueron sacadas a concurso, adjudicándose su ejecución el 28 de abril de 1611 al maestro de cantería Diego de Ergueta por un importe de 1.200 ducados, obras que quedaron concluidas en 1612.
Durante el siglo XVIII, en pleno apogeo del denominado «siglo de oro murciano», la parroquia experimentó reformas sustanciales que afectaron fundamentalmente al interior. Los trabajos dieron comienzo en 1732, durante el episcopado de Tomás José Ruiz Montes (1724-1741), y transformaron la imagen del templo dotándolo del carácter barroco que hoy define su personalidad artística.
En 1699, el templo fue escenario del casamiento de Nicolás Salzillo e Isabel Alcaraz, padres del que llegaría a ser el más célebre imaginero murciano: Francisco Salzillo. Esta vinculación familiar con la parroquia explicará la profusa presencia de obras del maestro en el templo, que se convertiría en uno de los principales depositarios de su legado escultórico.
El siglo XX trajo consigo episodios traumáticos para el patrimonio del templo. Durante los saqueos de mayo de 1931 y julio de 1936, la iglesia perdió gran parte de su riqueza artística, destruyéndose todos los retablos excepto el de la capilla mayor, además de numerosas imágenes y ornamentos litúrgicos. La labor de la Junta de Protección del Patrimonio Artístico de Murcia resultó providencial, salvaguardando las principales esculturas de Salzillo y el retablo mayor que hoy podemos contemplar.
Datos prácticos
La Iglesia de San Pedro Apóstol se encuentra ubicada en la Plaza de San Pedro, 1, 30004 Murcia, en pleno centro histórico de la capital. Su privilegiada situación la hace fácilmente accesible y la convierte en parada obligada de cualquier itinerario cultural por el casco antiguo murciano.
Localización y accesos al templo
El templo se sitúa entre dos de los espacios urbanos más emblemáticos de la ciudad: por el norte limita con la Plaza de las Flores, espacio abierto en la Edad Media como «Lonja de carnecerías» y actualmente uno de los rincones más pintorescos del centro; al sur desemboca en la calle Jara Carrillo, cuyo nombre anterior fue «calle de la Inquisición» por dar servicio al Palacio del Santo Oficio hasta su desaparición en 1820.
Desde la Catedral de Murcia se puede llegar caminando en aproximadamente 7 minutos a través de las calles Trapería, Plaza de Santo Domingo y Santa Ana. La zona cuenta con excelente acceso mediante transporte público, con diversas líneas de autobús que tienen parada en las inmediaciones (Glorieta de España, Plaza de Santo Domingo). Para quienes lleguen en vehículo privado, existen varios aparcamientos públicos cercanos, aunque se recomienda explorar el centro histórico a pie.
La plaza donde se abre la fachada principal agrupaba desde el medievo a los gremios de Caldereros, Zapateros, Montereros, Obra Prima y Sombrereros, manteniendo aún hoy día un intenso ambiente comercial y gastronómico que invita a combinar la visita cultural con la experiencia del tapeo murciano.
Horario de celebraciones eucarísticas
La parroquia mantiene un horario estable de misas a lo largo del año que facilita la participación de fieles y visitantes en las celebraciones litúrgicas:
Días laborables: 20:00 h
Sábados: 18:00 h, 19:00 h y 20:00 h
Domingos y festivos: 10:00 h, 12:00 h, 13:00 h, 18:00 h, 19:00 h y 20:00 h
La parroquia emite diariamente las celebraciones eucarísticas a través de su canal de YouTube, permitiendo la participación virtual de aquellos fieles que no puedan asistir presencialmente. Para confirmar horarios especiales durante festividades o verificar cualquier cambio temporal, se recomienda contactar directamente con la parroquia.
Dirección: Plaza San Pedro, 1, 30004 Murcia
Teléfono: 968 81 96 42
El acceso al templo es gratuito fuera de los horarios de culto, permitiendo a los visitantes admirar su arquitectura y patrimonio artístico. Se solicita mantener una actitud respetuosa acorde con el carácter sagrado del recinto, especialmente durante las celebraciones litúrgicas.
Arquitectura y elementos decorativos
La Iglesia de San Pedro Apóstol constituye un magnífico exponente de la arquitectura religiosa barroca murciana, con elementos que abarcan desde el Renacimiento tardío hasta el pleno desarrollo del estilo barroco en el siglo XVIII.
El templo cuenta con dos fachadas monumentales, ambas diseñadas por Diego de Ergueta en 1611. La fachada lateral, orientada hacia la Plaza de las Flores, es de gusto renacentista muy sobrio, compuesta por dos pilastras de orden dórico y dintel sobre el que se sitúa una hornacina adintelada que albergaba la imagen en piedra de San Nicolás Obispo. Esta puerta permaneció cerrada desde 1874 hasta su restauración y reapertura el 12 de octubre de 2017, recuperando así un acceso histórico al templo.
La fachada principal, abierta a la Plaza de San Pedro, presenta igualmente reminiscencias renacentistas en su concepción pero incorpora elementos decorativos barrocos. Es de sillería labrada, destacando la esmerada realización de las molduras y jambas, con un claro predominio del geometrismo remarcado por los recuadros mixtilíneos que enmarcan la puerta y ventanas. En el cuerpo inferior destaca el magnífico relieve que representa el escudo de la Santa Sede sobre la puerta, mientras que en el superior se sitúan las imágenes de los Santos Pedro y Pablo, siendo la del primero la original del siglo XVII, mientras que la de San Pablo fue realizada en 2011.
La torre campanario se erige como la tercera en altura de la ciudad de Murcia, con una disposición singular: no está en línea con el templo sino con la calle Jara Carrillo. Se compone de tres cuerpos que alternan materiales constructivos: el primero intercambia ladrillo y piedra, mientras que los dos restantes son íntegramente de ladrillo. En el siglo XVIII se añadieron en el cuerpo de campanas las pilastras, cornisas y molduras blancas que le confieren su actual aspecto barroco, en consonancia con la linterna de la cúpula.
El interior del templo responde a la tipología característica de las iglesias murcianas de los siglos XVII y XVIII: una sola nave con capillas laterales entre contrafuertes, crucero y cabecera recta, inscrito todo en un rectángulo. La planta se articula mediante arcos de medio punto en pilastras que se prolongan en la bóveda en arcos fajones, creando un espacio de gran unidad visual.
La cúpula sobre el crucero, elemento de gran protagonismo visual, presenta molduras mixtilíneas y está volteada sobre pechinas decoradas con pinturas. El casquete semiesférico reposa sobre una cornisa que marca la transición entre los espacios. Los tres tramos de la nave cuentan con sus correspondientes capillas laterales, sobre las cuales se abren tribunas con balconcillo que dan paso a un entablamento, encima del cual se levanta una ventana en cada tramo que proporciona iluminación natural al interior.
La decoración pictórica del templo incluye obras de Nicolás de Villacís, discípulo de Velázquez y uno de los máximos exponentes de la pintura barroca murciana. Sobre los retablos colaterales a ambos lados del presbiterio se conservan dos lienzos del siglo XVII que representan a San Nicolás y San Jerónimo, respectivamente, obras de notable calidad que complementan el conjunto decorativo del templo.
Patrimonio escultórico
La Iglesia de San Pedro Apóstol atesora uno de los conjuntos escultóricos más valiosos del barroco español, con obras fundamentales de Francisco Salzillo que constituyen referencias inexcusables del arte sacro murciano y piezas esenciales de la Semana Santa de Murcia.
El retablo mayor, cuya ejecución fue contratada con Nicolás de Rueda el 29 de abril de 1765 por un coste de 41.350 reales, es el tercero de los que han ocupado la cabecera del templo. A pesar de las modificaciones sufridas en los últimos cien años, sigue siendo una pieza clave de la retablística murciana, tanto por el esquema tipológico que lo relaciona con la fachada de la Catedral de Murcia como por los elementos decorativos empleados. Realizado en pino negro dorado, consta de un solo cuerpo definido por dos columnas retranqueadas y dos ángeles atlantes que sostienen sendos capiteles corintios.
En el mismo eje que los ángeles se entronizaron en 1804 las imágenes de los Santos Crispín y Crispiniano, patronos del Gremio de zapateros, peleteros y montereros, atribuidas indistintamente a Antonio Caro o Nicolás de Rueda. El ático encierra en el centro, sostenida por dos ángeles realizados por Francisco Salzillo en 1765, una gran cartela con las llaves de San Pedro, mientras que en la cúspide se sitúa un querubín, igualmente obra del maestro, portando la tiara papal. El retablo concluye su estructura con un remate puntiagudo que se quiebra en su tramo de ascenso y se decora con guirnaldas de flores.
Sobre la mesa de altar fija, tras el sagrario, se alza la imagen del Santísimo Cristo de la Esperanza, mandada «componer» a Francisco Salzillo el 6 de julio de 1755. Este crucificado de 150 centímetros presenta a Jesús momentos antes de expirar y en él el escultor hace un alarde de conocimientos anatómicos, impregnando al mismo tiempo la obra de una espiritualidad y fuerza devocional difíciles de igualar. La intervención de Salzillo está documentada, aunque se especula con que el maestro interviniera una obra anterior, posiblemente del imaginero Antonio Dupar, transformándola completamente y aportando su personal visión artística.
En el retablo del lado derecho del crucero se encuentra María Santísima de los Dolores, obra maestra de Francisco Salzillo realizada en 1756. Esta Dolorosa, cotitular de la Cofradía de la Esperanza, cambió de composición en 1958 al pasar de estar arrodillada ante una cruz vacía a ir en pie siguiendo el modelo tradicional de la escuela murciana. La imagen destaca por la expresividad del rostro y la delicadeza de la talla, características del periodo de madurez del artista.
San Pedro Arrepentido, escultura tallada por Francisco Salzillo en 1780, constituye una de sus obras maestras y la imagen titular del templo. Representa al apóstol tras negar a Jesús tres veces, captando magistralmente el momento del arrepentimiento y la contrición. La talla procesiona cada Domingo de Ramos acompañada desde 1956 por un gallo disecado en la parte trasera del trono, elemento que refuerza la narrativa evangélica. En 2023, la imagen fue sometida a un intenso proceso de restauración en el Centro Oficial de Restauración de la Comunidad Autónoma, descubriéndose durante estos trabajos la posición original del gallo, confirmándose que pertenecía a la época y al taller de Francisco Salzillo.
En una de las capillas laterales se encuentra Santa Bárbara, obra de 1730 que pertenece a la primera etapa del imaginero y constituye una de las piezas más valiosas de su producción juvenil. La santa aparece representada con sus atributos tradicionales y muestra la destreza técnica que ya caracterizaba al joven Salzillo.
El templo conserva además otras obras de gran valor histórico y devocional: en la capilla de San Caralampio, escoltando la imagen central realizada por Sánchez Lozano, se encuentran las pequeñas tallas de los Santos Médicos Cosme y Damián, catalogadas en el siglo XVI y el único elemento conservado de la iglesia existente con anterioridad a la reconstrucción de 1611. En la primera capilla del lado de la Epístola se venera San Joaquín, tradicionalmente atribuido a Nicolás Salzillo (primer cuarto del siglo XVIII), aunque la Niña María fue realizada por Francisco Liza en el siglo XX.
En el presbiterio, sobre una peana, se venera Nuestra Señora de las Maravillas (siglo XVIII), bellísima imagen de impronta napolitana que constituye un faro devocional de la parroquia. Desde mediados del siglo XX se ha añadido también como faro devocional Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en cuya capilla se han entronizado recientemente las imágenes de los Santos Pastores Francisco y Jacinta, contando San Pedro con sendas reliquias de los niños videntes de Cova da Iría.
Vida litúrgica anual
La Iglesia de San Pedro Apóstol mantiene una intensa actividad litúrgica y pastoral a lo largo del año, actuando como centro espiritual de una comunidad parroquial viva y comprometida con la transmisión de la fe cristiana.
La festividad de San Pedro Apóstol, patrono del templo, se celebra solemnemente el 29 de junio con misas especiales y actos devocionales que congregan a los feligreses en torno a la figura del príncipe de los apóstoles. Esta celebración adquiere especial relevancia en la parroquia, tradicionalmente vinculada a los gremios de oficios manuales que tenían en San Pedro su referente espiritual.
Durante el tiempo de Cuaresma, el templo cobra protagonismo especial como sede de la Cofradía de la Esperanza. Se celebran quinarios, triduos y ejercicios piadosos preparatorios de la Semana Santa, con especial devoción al Cristo de la Esperanza y a la Virgen de los Dolores. El Vía Crucis cuaresmal constituye uno de los actos más concurridos, especialmente los viernes por la tarde.
La Semana Santa representa el momento culminante del año litúrgico en San Pedro. Como sede canónica de la Cofradía de la Esperanza desde 1754, el templo se convierte en epicentro de la actividad procesional el Domingo de Ramos. A las 18:00 horas parte la procesión con las túnicas verdes que recorrerá durante cinco horas casi 3.000 metros del centro histórico, transportando nueve pasos que incluyen obras maestras de Salzillo y otros importantes imagineros.
Por la mañana del Domingo de Ramos, desde las 9:45 horas, tiene lugar la tradicional bendición de palmas y ramos de olivo en la Iglesia de Jesús, acto que congrega a los cofrades antes del desfile vespertino. Durante toda la Semana Santa, el templo acoge cultos especiales, quedándose expuesto el Santísimo para adoración perpetua y celebrándose los oficios propios del Triduo Pascual.
La devoción a Nuestra Señora del Rosario de Fátima marca el calendario con celebraciones especiales el día 13 de cada mes, conmemorando las apariciones de la Virgen a los pastorcillos. Cada domingo, al finalizar la misa de las 20:00 horas, se celebra un rato de adoración eucarística y reflexión para comenzar la semana con la gracia del Señor, acompañados por Don Juan Carlos García Domene.
El templo acoge con regularidad los sacramentos del bautismo, matrimonio, confirmación y unción de enfermos, además de funerales y exequias. Las familias del barrio mantienen una arraigada tradición de celebrar estos acontecimientos en San Pedro, perpetuando vínculos que en muchos casos se remontan a varias generaciones.
La parroquia desarrolla además una activa labor pastoral y catequética, con programas de formación cristiana para niños, jóvenes y adultos. La Cofradía de la Esperanza, por su parte, organiza a lo largo del año diversos actos culturales, conferencias y actividades formativas que contribuyen a mantener viva la tradición cofrade y el sentido profundo de la piedad popular murciana.
Curiosidades singulares
La Iglesia de San Pedro Apóstol no solo destaca por su valor artístico y religioso, sino también por numerosos detalles curiosos y episodios históricos que enriquecen su biografía y la convierten en un templo verdaderamente singular.
El templo fue durante siglos sede de la Cofradía de los Ciegos, amparada por el rey Felipe II desde 1588. Esta institución benéfica desempeñó un importante papel asistencial en la Murcia de los siglos XVI y XVII, proporcionando ayuda y protección a las personas con discapacidad visual. La vinculación de esta cofradía con San Pedro dejó una huella significativa en la historia social del templo.
En la iglesia se celebraron todas las ceremonias del Santo Oficio, lo que explica que la calle contigua se denominara «calle de la Inquisición» (actual Jara Carrillo) por dar servicio al Palacio del Santo Oficio hasta su desaparición en 1820. Este detalle urbano recuerda el papel que el templo jugó en la administración eclesiástica y judicial de la ciudad durante el Antiguo Régimen.
En el siglo XVII estudió con los clérigos de San Pedro el médico y filósofo murciano Diego Mateo Zapata, figura destacada de la Ilustración española que alcanzó notable prestigio en la corte madrileña. La formación recibida en esta parroquia contribuyó a forjar el pensamiento de este importante intelectual murciano.
Como ya se ha mencionado, en 1699 el templo fue escenario del casamiento de Nicolás Salzillo e Isabel Alcaraz, padres de Francisco Salzillo. Esta circunstancia explica la estrecha vinculación del célebre imaginero con el templo, que recibiría a lo largo de las décadas numerosas obras maestras del artista. Francisco Salzillo perteneció a la Cofradía de la Esperanza, al igual que su esposa Doña Juana de Vallejo, y a lo largo de su vinculación realizó las tallas del Cristo de la Esperanza, la Dolorosa y el San Pedro titular de la parroquia.
El entorno urbano de la iglesia conserva interesantes vestigios del pasado gremial de Murcia. Al este del templo, la calle Arzobispo Simón López (antes denominada «de Bodegones») albergaba mesones y tabernas cuya actividad se remonta a más de cinco siglos. Estos establecimientos eran el lugar al que acudían forasteros y huertanos con motivo de los mercados semanales que se celebraban en las calles adyacentes, convirtiendo el entorno de San Pedro en un activo centro comercial y de intercambio.
La plaza donde se abre la fachada principal agrupaba desde el medievo a diversos gremios de artesanos: Caldereros, Zapateros, Montereros, Obra Prima y Sombrereros. Esta tradición gremial explica la presencia en el retablo mayor de los Santos Crispín y Crispiniano, patronos del gremio de zapateros, evidenciando la estrecha relación entre las corporaciones profesionales y la vida religiosa del templo.
Durante los saqueos de mayo de 1931 y julio de 1936, el templo sufrió gravísimas pérdidas patrimoniales: ardieron todos los retablos excepto el de la capilla mayor, y se destruyó un buen número de imágenes, ornamentos litúrgicos y objetos de culto. La labor providencial de la Junta de Protección del Patrimonio Artístico de Murcia permitió salvaguardar las principales esculturas de Salzillo y el retablo mayor, que fueron ocultados durante aquellos años turbulentos y posteriormente restituidos al templo.
El reciente proceso de restauración del templo, completado tras varios meses con el edificio cerrado, ha recuperado la belleza original del interior. Durante este tiempo, las celebraciones eucarísticas continuaron desarrollándose en una capilla adaptada en el salón parroquial, mientras que el párroco Don José ofrecía la santa misa diariamente a través de las redes sociales, innovación que ha permitido mantener la vida litúrgica incluso después de finalizadas las obras.
La procesión de la Cofradía de la Esperanza cuenta con una particularidad única en la Semana Santa murciana: el titular de la cofradía, el Cristo de la Esperanza, es acompañado durante su recorrido por un piquete de la Escuela Militar de Paracaidismo, que es hermana honoraria de la institución, añadiendo un componente militar al cortejo procesional que lo distingue de otras corporaciones murcianas.
Preguntas frecuentes
¿Desde cuándo existe la Iglesia de San Pedro en Murcia?
La parroquia de San Pedro existe desde los primeros tiempos de la dominación cristiana tras la conquista de 1266, construida sobre una mezquita citada en el Libro de Repartimientos de Alfonso X en 1272. El edificio actual comenzó a construirse a principios del siglo XVII (1611-1612) y fue reformado en el siglo XVIII (1732), siendo una reconstrucción completa del templo medieval primitivo.
¿Qué obras de Francisco Salzillo se conservan en el templo?
La iglesia alberga obras maestras de Francisco Salzillo: el Cristo de la Esperanza (1755), titular de la cofradía; María Santísima de los Dolores (1756); San Pedro Arrepentido (1780), titular del templo; Santa Bárbara (1730), de su primera etapa; y elementos del retablo mayor como los ángeles que sostienen las llaves de San Pedro y el querubín de la cúspide (1765).
¿Se puede visitar la iglesia libremente?
Sí, el templo permanece abierto fuera de los horarios de culto para que los visitantes puedan admirar su patrimonio artístico y arquitectónico. El acceso es gratuito, aunque se solicita mantener una actitud respetuosa acorde con el carácter sagrado del recinto. Se recomienda evitar las visitas durante las celebraciones litúrgicas.
¿Qué cofradía tiene su sede en San Pedro?
La Pontificia, Real y Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza, María Santísima de los Dolores y del Santo Celo por la Salvación de las Almas tiene su sede canónica en este templo desde 1754. Es una de las cofradías más antiguas de Murcia y procesiona el Domingo de Ramos con túnicas de color verde, siendo considerada la primera de las denominadas «tradicionales» por inaugurar las procesiones de Semana Santa.
¿Cuándo procesiona la Cofradía de la Esperanza?
La procesión de la Cofradía de la Esperanza tiene lugar cada Domingo de Ramos, partiendo de la Iglesia de San Pedro Apóstol a las 18:00 horas. Durante cinco horas recorre casi 3.000 metros del centro histórico de Murcia con nueve pasos, entre los que destacan obras de Francisco Salzillo. Participan más de mil personas entre cofrades, estantes, músicos y representaciones civiles y militares.
¿Por qué la familia Saavedra Fajardo tiene tanta presencia en la iglesia?
La noble familia Saavedra estableció en el siglo XV su lugar de enterramiento en San Pedro, reedificando en 1482 y 1540 el crucero del templo primitivo. Diego de Saavedra Fajardo, el más ilustre miembro del linaje (escritor, diplomático y miembro del Consejo de Indias), amplió en 1641 los derechos funerarios hasta la capilla mayor. Su escudo preside el retablo mayor como testimonio de este patronato histórico.
¿Cuál es el horario de misas en San Pedro?
Las misas se celebran: los días laborables a las 20:00 h; los sábados a las 18:00, 19:00 y 20:00 h; los domingos y festivos a las 10:00, 12:00, 13:00, 18:00, 19:00 y 20:00 h. La parroquia emite las celebraciones diariamente por YouTube. Se recomienda confirmar horarios especiales contactando con la parroquia en el teléfono 968 81 96 42.
¿Qué relación tiene Francisco Salzillo con este templo?
Los padres de Francisco Salzillo, Nicolás Salzillo e Isabel Alcaraz, contrajeron matrimonio en esta iglesia en 1699. Francisco perteneció a la Cofradía de la Esperanza junto con su esposa Juana de Vallejo, y durante su vinculación realizó para el templo algunas de sus obras más importantes: el Cristo de la Esperanza (1755), la Dolorosa (1756) y el San Pedro Arrepentido (1780), además de elementos decorativos del retablo mayor.
¿Cómo llegar a San Pedro desde la Catedral de Murcia?
Desde la Catedral, el trayecto a pie hasta San Pedro dura aproximadamente 7 minutos. Se accede caminando por la calle Trapería hacia el norte, continuando por la Plaza de Santo Domingo, calle Santa Ana y finalmente la calle que desemboca en la Plaza de San Pedro. Todo el recorrido transcurre por zona peatonal del casco antiguo.
¿Qué otras actividades religiosas se celebran en el templo además de las misas?
El templo celebra adoración eucarística cada domingo tras la misa de 20:00 h, quinarios y triduos cuaresmales, Vía Crucis, celebraciones marianas (especial devoción a Nuestra Señora de Fátima el día 13 de cada mes), y todos los sacramentos (bautizos, matrimonios, confirmaciones). Durante Semana Santa se celebran los oficios del Triduo Pascual con especial solemnidad.
Enlaces de interés
- Parroquia de San Pedro de Murcia – Web oficial de la parroquia
- Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza – Web oficial de la cofradía
- Región de Murcia Digital – Patrimonio cultural murciano
- Murcia Turística – Oficina de Turismo de Murcia
- Patrimonio Cultural de la Región de Murcia – Consejería de Cultura
Templos
Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora del Carmen
Iglesia de Jesús
Iglesia de San Antolín Mártir
Iglesia de San Bartolomé – Santa María
Iglesia de San Esteban
Iglesia de San Francisco de Asís
Iglesia de San Juan Bautista
Iglesia de San Juan de Dios
Iglesia de San Lorenzo
Iglesia de San Nicolás de Bari
Iglesia de San Pedro Apóstol
Iglesia de Santa Catalina
Iglesia de Santa Eulalia
