Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad

La Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad representa uno de los cortejos más conmovedores y sobrios de la Semana Santa de Murcia. Fundada en los años ochenta del siglo pasado, esta hermandad recuperó para la capital murciana una tradición procesional del Sábado Santo que había permanecido vacía durante décadas, convirtiéndose en la última procesión pasional que recorre las calles de Murcia durante el Triduo Sacro.

Cristo Yacente, detalle de la Cofradía del Yacente de Murcia
Cristo Yacente, detalle de la Cofradía del Yacente (Murcia). Foto: Pedro J Pacheco, Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).

Con un estilo marcado por el silencio absoluto, sin música ni acompañamiento sonoro salvo la campanilla del nazareno muñidor, esta cofradía destila una espiritualidad profunda que contrasta con el bullicio de otras jornadas de la Semana Santa. Sus nazarenos visten túnica blanca —símbolo del luto hebreo— y procesionan descalzos, honrando el duelo por la muerte de Cristo con una solemnidad que emociona a cuantos contemplan su paso por el casco histórico.

Contenido

Fundación y evolución histórica

La historia de esta cofradía nace el 5 de mayo de 1982, cuando un grupo de jóvenes nazarenos murcianos, liderados por Carlos García Abellán, decidió dotar al Sábado Santo de una procesión acorde con la importancia religiosa que merece como jornada integrante del Triduo Sacro. Tras contemplar una procesión en la ciudad alicantina de Orihuela, estos cofrades concibieron la idea de crear una hermandad de silencio y recogimiento para la tarde del Sábado Santo murciano.

Sin embargo, el camino no resultó sencillo. La iniciativa no obtuvo el visto bueno de la autoridad eclesiástica hasta el 6 de octubre de 1986, tras más de cuatro años de espera que los propios cofrades denominaron «travesía del desierto». Este periodo sirvió para madurar el proyecto y adaptarlo a las directrices de la Diócesis de Cartagena, consolidando un modelo procesional riguroso y penitencial.

El 18 de abril de 1987, Sábado Santo, se produjo la primera estación de penitencia. A las seis de la tarde se abrieron las puertas de la primitiva Capilla del Rosario, anexa a la Iglesia de Santo Domingo, para dar paso al cortejo del Cristo Yacente. Curiosamente, en aquella primera procesión no pudo participar la imagen titular, que se encontraba en proceso de restauración. Los organizadores solicitaron prestada la talla del Cristo Yacente de Sánchez Lozano (1952) que procesionaba el Viernes Santo en la pedanía murciana de Alquerías, trasladándolo el mismo sábado por la mañana para que pudiera desfilar esa tarde.

En 1988, tras concluir su restauración por el equipo dirigido por Manuel Mateo, el auténtico Cristo Yacente de Diego de Ayala llegó finalmente a la sede canónica, iniciando una presencia ininterrumpida en las procesiones posteriores.

Incorporación de Nuestra Señora de la Luz

El Sábado Santo de 1991, la cofradía incorporó a su cortejo el paso de Nuestra Señora de la Luz en su Soledad, creando así la Hermandad de la Virgen. Inicialmente se utilizó una imagen mariana de vestir cedida por un particular, que fue ataviada con gran sencillez a la usanza hebrea. Esta primera Virgen era originariamente del Carmen, atribuida a Roque López, aunque no resultaba del todo adecuada para una procesión de Semana Santa.

En 1998, la imagen fue sustituida por una hermosa Dolorosa salzillesca, también atribuida a Roque López, que se conservaba en la Iglesia de Santo Domingo. Sin embargo, el destino deparaba un giro inesperado: cuando en 1999 la cofradía se trasladó desde Santo Domingo a la Iglesia de San Juan de Dios, su actual sede canónica, se incorporó definitivamente la Nuestra Señora de la Luz en su Soledad actual, una preciosa imagen de vestir atribuida al círculo del escultor barroco andaluz Pedro de Mena, datada del siglo XVII.

Lo extraordinario de este cambio es que, según documentos hallados en el Archivo de la Catedral, ambas imágenes titulares —el Cristo Yacente y la Virgen de la Luz— ya habían procesionado juntas en el siglo XVII en una procesión del Santo Entierro que partía desde San Juan de Dios, antigua Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y Buen Suceso. Esta procesión dejó de celebrarse cuando surgió la Cofradía del Santo Sepulcro en el convento de San Francisco. De este modo, la cofradía recuperó en 1999 una tradición procesional con más de trescientos años de antigüedad.

Templo donde radica

La Iglesia de San Juan de Dios constituye uno de los templos más singulares de Murcia, tanto por su historia como por su arquitectura. Se levanta sobre el emplazamiento del antiguo Alcázar Mayor musulmán, donde el rey Alfonso X el Sabio mandó construir en el siglo XIII el primer santuario cristiano dedicado a la Virgen en la ciudad. En 1617, el concejo de Murcia y el cabildo catedralicio entregaron el hospital vinculado al templo a la Orden de San Juan de Dios, de donde proviene su denominación actual.

Iglesia-Museo de San Juan de Dios
Plaza Cristo de la Salud, s/n
30005 Murcia
Web oficial cofradía: www.yacenteyluz.es

El atuendo procesional

Los nazarenos de la Cofradía del Yacente visten una túnica de tergal blanca con sencillo cordón y guantes negros. El color blanco representa el luto hebreo, estableciendo un vínculo simbólico con la tradición judía en la que se enmarca la Pasión de Cristo. Este atuendo contrasta radicalmente con los colores vivos y ornamentaciones de otras cofradías murcianas, subrayando la sobriedad y austeridad que caracterizan a esta hermandad.

Como distintivo, los cofrades portan un escapulario metálico que lleva grabado en la parte que cae sobre el pecho el escudo de la cofradía, compuesto por una corona de espinas con la cruz y el sudario inscritos en ella. En la parte posterior del escapulario figura el lema de la institución: «Christus vicit mortem» (Cristo venció a la muerte), proclama de fe en la Resurrección que ilumina el sentido del Sábado Santo.

Los nazarenos caminan descalzos por las calles de Murcia, guardando silencio desde el momento en que se visten en sus propias casas hasta que se retiran el capuz al finalizar la procesión. Esta disciplina penitencial refuerza el carácter recogido y meditativo del cortejo.

Tesoros escultóricos

Santísimo Cristo Yacente de Diego de Ayala (1570)

El Santísimo Cristo Yacente es una talla manierista en madera policromada de espléndida anatomía, salida de la gubia del escultor Diego de Ayala en el año 1570, según estudios del pintor y erudito lorquino Manuel Muñoz Barberán. La imagen mide aproximadamente 1,85 metros de largo por 0,30 metros de ancho, siendo de proporciones algo mayores al natural.

La obra presenta el cuerpo de Cristo sin vida con una serenidad profunda, pero con evidentes señales del suplicio padecido. Numerosas llagas y hematomas recorren su cuerpo de encarnación blanquecina, con trazos cruzados en tono azulado que evocan los azotes de la flagelación. El rostro destaca por su belleza sublime, dominado por el dibujo caligráfico de los cabellos, con los ojos y la boca entreabiertos que transmiten una expresión de paz en la muerte.

Durante la restauración realizada en 2024 se produjo un descubrimiento excepcional: se encontró un mecanismo en la espalda que demostró que la imagen fue concebida como talla procesional desde su origen, siendo por tanto la imagen procesional más antigua que se conserva en la ciudad de Murcia. Tras el Santísimo Cristo de la Salud, es la segunda escultura de mayor antigüedad que desfila en la Semana Santa murciana.

La imagen recibe culto permanente en la Iglesia de San Juan de Dios, donde siempre estuvo ubicada con anterioridad a la fundación de la cofradía. Durante el Viernes Santo, víspera de la procesión, se celebra a las ocho de la tarde la proclamación de las Siete Palabras de Cristo en la Cruz, escenificándose con sobrecogedora sencillez el entierro de Cristo, que queda expuesto sobre un túmulo para ser velado por los cofrades hasta la medianoche.

Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad (siglo XVII)

La Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad es una imagen de vestir atribuida al círculo del gran escultor barroco andaluz Pedro de Mena (1628-1688), datada del siglo XVII. Se trata, muy probablemente, de la imagen mariana más antigua de la Semana Santa murciana, lo que le confiere un valor patrimonial extraordinario.

Esta preciosa y valiosa obra proviene del propio templo de San Juan de Dios, donde había permanecido durante siglos. Antes de su incorporación definitiva al cortejo del Cristo Yacente en 1999, la Virgen de la Luz había procesionado puntualmente en 1984, cuando salió en la procesión del Retorno de la Soledad organizada por la Archicofradía de la Sangre durante la madrugada del Sábado Santo.

Una curiosidad ligada a esta imagen es que, gracias al estandarte del Reflejo del paso azul, obra de Francisco Cayuela, se pudo recuperar la antigua corona de la Virgen de los Dolores que lucía la Virgen de la Luz. El estandarte sirvió de documento para reclamar la corona que se encontraba en un baúl junto a piezas requisadas durante la Guerra Civil.

El desfile procesional

La procesión de la Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad se celebra la tarde del Sábado Santo, siendo la última estación de penitencia pasional de la Semana Santa murciana. La salida tiene lugar a las 19:00 horas desde la Iglesia de San Juan de Dios, con un encierro previsto aproximadamente a las 21:30 horas.

El cortejo está compuesto por dos pasos que procesionan sobre tronos diseñados por Juan Cascales. El primero corresponde al Santísimo Cristo Yacente (trono de 1987), portado por 26 nazarenos estantes, y el segundo a Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad (trono de 1991), llevado por 24 nazarenos estantes. Los pasos se mueven a golpe de estante, una característica que sólo comparte con la procesión de la Soledad de Los Coloraos en Murcia.

Desfilan en la procesión aproximadamente 120 nazarenos, organizados en varios tramos separados por las insignias de la cofradía. En el tramo del Cristo procesionan la Cruz de Guía, el Estandarte y el Pendón Mayor, todos ellos escoltados por faroles. En el tramo de la Virgen figuran la Cruz Alzada, el Estandarte y el Pendón Menor, también con escolta de faroles.

Detalles distintivos

La cofradía del Yacente es la única procesión de la Semana Santa de Murcia que no cuenta con ningún acompañamiento musical. No hay bandas, cornetas, tambores ni ningún otro sonido, salvo la campanilla que porta el nazareno muñidor que abre la procesión y el golpe seco del estante de los cabos de andas para dirigir la marcha de los pasos. Este silencio absoluto impregna todo el recorrido de una atmósfera de recogimiento único.

El paso del Cristo Yacente se adorna con un característico manto de clavel blanco, mientras que el de la Virgen de la Luz, en el que también predomina la flor blanca, porta 25 rosas blancas a los pies de la imagen, una por cada nazareno que lo lleva (24 estantes y el cabo de andas). Existe una tradición conmovedora: cuando algún estante fallece, su rosa es de color rojo, permaneciendo así en la siguiente procesión como homenaje póstumo.

La procesión es de riguroso silencio, y en ella no está permitido entregar objeto alguno al público. No se reparten caramelos, flores ni obsequios de ningún tipo, manteniendo la coherencia con el espíritu penitencial del cortejo.

Ritual previo y profesión de fe

Antes de la salida procesional, el consiliario o, en su caso, el obispo, dirige una breve reflexión a los nazarenos congregados en el templo. A continuación, los cofrades realizan la Profesión de Fe antes de ponerse en marcha. Este momento de oración comunitaria prepara espiritualmente a los participantes para la estación de penitencia.

A la entrada, tras el recorrido por las calles de Murcia, se rezan las oraciones del Santísimo Cristo Yacente y de Nuestra Señora de la Luz, concluyendo con las palabras del consiliario o de la máxima autoridad eclesiástica presente.

Recorrido procesional

El itinerario de la procesión atraviesa las calles más emblemáticas del centro histórico de Murcia:

Plaza Cristo de la Salud (salida) → Calle Eulogio Soriano → Calle Apóstoles → Plaza del Cardenal Belluga → Calle Frenería → Calle Puxmarina → Plaza Puxmarina → Calle Sociedad → Plaza de San Bartolomé → Plaza José Esteve Mora → Calle Jabonerías → Plaza de Julián Romea → Arco de Santo Domingo → Plaza de Santo Domingo → Calle Trapería → Plaza Hernández Amores → Calle Salzillo → Plaza del Cardenal Belluga → Calle Apóstoles → Calle Eulogio Soriano → Plaza Cristo de la Salud (encierro)

Uno de los momentos más bellos del recorrido se produce al atardecer en la Plaza del Cardenal Belluga, frente a la fachada barroca de la Catedral, cuando el sol poniente ilumina la túnica blanca de los nazarenos. Ya con las primeras sombras de la noche, el paso por el Arco de Santo Domingo y la Plaza de Santo Domingo ofrece imágenes de gran emotividad. La recogida final en San Juan de Dios, con el templo iluminado, constituye un momento de especial solemnidad.

Calendario litúrgico anual

Más allá de la procesión del Sábado Santo, la Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad desarrolla un intenso calendario de actos religiosos a lo largo del año:

Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre): Celebración que honra la cruz como símbolo de salvación.

Aniversario de la Cofradía (6 de octubre): Conmemoración de la aprobación de los estatutos por la autoridad eclesiástica en 1986.

Festividad de los Fieles Difuntos (2 de noviembre): Misa por los cofrades fallecidos.

Misa de Adviento (18 de diciembre): Preparación espiritual para la Navidad.

Misa de Ceniza (Miércoles de Ceniza): Inicio del tiempo de Cuaresma.

Triduo Cuaresmal: Se celebra durante tres días consecutivos, concluyendo el cuarto sábado de Cuaresma con especial solemnidad.

Proclamación de las Siete Palabras (Viernes Santo): A las 20:00 horas en San Juan de Dios, con la escenificación del entierro de Cristo y posterior vela hasta medianoche.

Misa de Pascua (Domingo de Resurrección): Celebración de la Resurrección del Señor.

Fiesta de la Virgen de la Luz (1 de junio): Día grande de la hermandad mariana.

Además de estos actos, la cofradía organiza los tradicionales Rosarios de la Aurora, que mantienen viva una devoción secular en el calendario murciano.

Anécdotas singulares

La Cofradía del Yacente, pese a su juventud institucional, acumula numerosas curiosidades que la hacen única en el panorama cofrade murciano:

Una cofradía joven con imágenes centenarias: Fundada en 1982 y procesionando desde 1987, la hermandad venera sin embargo dos titulares de los siglos XVI y XVII, creando un fascinante contraste entre modernidad organizativa y antigüedad patrimonial.

La travesía del desierto: Los cuatro años y medio de espera entre la fundación y la aprobación eclesiástica, lejos de desanimar a los promotores, sirvieron para fortalecer la identidad de la cofradía y su compromiso con un modelo procesional austero y riguroso.

El Cristo prestado de Alquerías: La anécdota de la primera procesión, cuando hubo que traer apresuradamente el Cristo de Sánchez Lozano desde la pedanía de Alquerías el mismo Sábado Santo por la mañana, muestra el espíritu de superación de aquellos primeros cofrades.

Recuperación de una tradición del siglo XVII: El hecho de que los dos titulares actuales procesionaran juntos hace más de trescientos años, y que la cofradía moderna recuperara involuntariamente esa vinculación histórica, constituye un ejemplo extraordinario de continuidad devocional a través de los siglos.

Única procesión de silencio absoluto: Mientras que la Cofradía del Refugio, que organiza la procesión del Silencio del Jueves Santo, cuenta con tambores que abren y cierran el cortejo, la del Yacente es la única que prescinde por completo de cualquier sonido musical, creando una experiencia sensorial única.

Las rosas rojas en memoria: La tradición de colocar una rosa roja por cada estante fallecido en el paso de la Virgen constituye un gesto conmovedor de fidelidad y recuerdo hacia los hermanos que ya no están físicamente presentes.

Procesión de estilo mixto: Aunque enmarcada en el estilo de silencio, la cofradía incorpora elementos del estilo tradicional murciano, como el sistema de dos nazarenos-estantes por vara, compartiendo esta característica solo con la cofradía de la Fe y la procesión de la Soledad.

Consejos prácticos

Si planeas presenciar la procesión de la Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad, estos consejos te serán de utilidad:

Cómo llegar a Murcia

En avión: El Aeropuerto de Murcia-Corvera (RMU) se encuentra a 25 kilómetros de la ciudad. Desde allí, puedes tomar un autobús o taxi hasta el centro urbano.

En tren: La Estación de Murcia del Carmen conecta con Madrid, Barcelona, Valencia y otras ciudades mediante trenes de Alta Velocidad (AVE) y Media Distancia.

En autobús: La Estación de Autobuses de Murcia ofrece conexiones con toda España y Europa.

En coche: Murcia es accesible por la A-7 (Autovía del Mediterráneo) y la A-30, con buenos accesos desde Alicante, Cartagena, Almería y el interior peninsular.

Alojamiento en la capital

Murcia ofrece una amplia oferta hotelera para todos los presupuestos. El centro histórico concentra numerosos hoteles boutique y apartamentos turísticos desde donde podrás acceder a pie a las procesiones. También encontrarás cadenas hoteleras en el ensanche moderno, con fácil conexión en transporte público.

Durante la Semana Santa, es recomendable reservar alojamiento con antelación, especialmente si pretendes alojarte en el casco antiguo. Los precios suelen incrementarse en estas fechas, pero la experiencia de estar cerca de los recorridos procesionales compensa sobradamente.

Dónde ver la procesión

Para contemplar esta procesión en todo su esplendor, estos son algunos de los mejores puntos:

Plaza del Cardenal Belluga: Frente a la fachada barroca de la Catedral, al atardecer. La luz del ocaso crea una atmósfera mágica cuando los nazarenos blancos cruzan la plaza.

Arco de Santo Domingo: Uno de los rincones más fotogénicos y emblemáticos. El paso de los tronos bajo el arco, ya con las sombras de la noche, ofrece una imagen inolvidable.

Plaza de Santo Domingo: Amplio espacio que permite contemplar todo el cortejo con perspectiva.

Calle Trapería: Arteria principal del casco antiguo, siempre concurrida pero con buena visibilidad.

Iglesia de San Juan de Dios: Tanto en la salida como en la recogida, presenciar los momentos iniciales y finales en el propio templo resulta especialmente emotivo.

Vestimenta recomendada

El Sábado Santo en Murcia suele presentar temperaturas suaves, aunque las noches pueden refrescar. Se recomienda llevar ropa cómoda y calzado adecuado para caminar, ya que seguir la procesión implica recorrer distancias considerables por el casco histórico. Una chaqueta o abrigo ligero puede ser conveniente para las últimas horas.

Por respeto a la solemnidad del acto, se aconseja vestir con discreción, evitando atuendos demasiado informales o llamativos. Recuerda que estás presenciando una manifestación religiosa de profundo contenido espiritual.

Gastronomía murciana

La Semana Santa murciana ofrece una gastronomía característica que combina tradición e ingenio culinario. Entre los platos típicos destacan:

Potaje de vigilia: Elaborado con garbanzos, espinacas, bacalao y huevo duro, es el plato estrella del Viernes Santo.

Arroz con bacalao y coliflor: Receta tradicional de Cuaresma.

Mojama y huevas: Productos derivados del atún que se consumen durante toda la Semana Santa.

Torrijas: Postre por excelencia de estas fechas, elaboradas con pan, leche, huevo, miel y canela.

Paparajotes: Hojas de limonero rebozadas y fritas, espolvoreadas con azúcar y canela. Un dulce único de la huerta murciana.

Tocino de cielo: Postre conventual elaborado con yemas de huevo y azúcar.

Monas de Pascua: Tradicionales para el Domingo de Resurrección y el Lunes de Pascua, cuando las familias murcianas acuden al campo a «comer la mona».

Los bares de tapas del centro histórico ofrecen una excelente oportunidad para degustar la gastronomía local. La calle Platería y sus alrededores concentran establecimientos donde probar desde el tradicional zarangollo hasta las marineras y los pasteles de carne.

Preguntas habituales

¿Cuándo se fundó la Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad?
La cofradía fue fundada el 5 de mayo de 1982 por un grupo de jóvenes nazarenos liderados por Carlos García Abellán. Sin embargo, no obtuvo la aprobación eclesiástica hasta el 6 de octubre de 1986, realizando su primera procesión el Sábado Santo de 18 de abril de 1987.

¿Qué día procesiona esta hermandad?
La procesión se celebra la tarde del Sábado Santo, siendo la última cofradía pasional que hace estación de penitencia en Murcia durante la Semana Santa. La salida tiene lugar a las 19:00 horas desde la Iglesia de San Juan de Dios.

¿Por qué los nazarenos visten túnica blanca?
El color blanco representa el luto hebreo, estableciendo una conexión simbólica con la tradición judía en la que se enmarca la Pasión de Cristo. Este atuendo refuerza el carácter austero y penitencial de la procesión, diferenciándola de otras cofradías murcianas.

¿Por qué esta procesión no lleva música?
La Cofradía del Yacente es de estilo de silencio y destaca por su sobriedad absoluta. No cuenta con ningún acompañamiento musical, ni siquiera tambores, salvo el sonido de la campanilla del nazareno muñidor que abre la procesión y el golpe del estante para dirigir la marcha de los pasos. Este silencio refuerza la meditación sobre el misterio de la muerte de Cristo.

¿Qué antigüedad tienen las imágenes titulares?
El Santísimo Cristo Yacente fue esculpido por Diego de Ayala en 1570, siendo la imagen procesional más antigua de la Semana Santa murciana. Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad es del siglo XVII, atribuida al círculo de Pedro de Mena, y se considera muy probablemente la imagen mariana más antigua de la Semana Santa de Murcia.

¿Dónde está ubicada la sede canónica de la cofradía?
La sede canónica se encuentra en la Iglesia-Museo de San Juan de Dios, situada en la Plaza Cristo de la Salud, en pleno centro histórico de Murcia. Este templo barroco del siglo XVIII alberga además una importante colección de imaginería religiosa.

¿Cuántos nazarenos participan en la procesión?
En la procesión desfilan aproximadamente 120 nazarenos. El paso del Cristo Yacente es portado por 26 nazarenos estantes, mientras que el de la Virgen de la Luz lo llevan 24 estantes, además del cabo de andas.

¿Se pueden hacer fotografías durante la procesión?
Sí, se pueden realizar fotografías, pero siempre con respeto y discreción, sin utilizar flash que pueda molestar a los cofrades o romper la atmósfera de recogimiento. Recuerda que estás presenciando un acto religioso de profunda espiritualidad.

¿Procesionaron juntas estas imágenes en el pasado?
Sí, según documentos del Archivo de la Catedral, el Cristo Yacente y la Virgen de la Luz ya procesionaban juntos en el siglo XVII en una procesión del Santo Entierro que partía desde San Juan de Dios. Esta tradición se interrumpió cuando surgió la Cofradía del Santo Sepulcro en el convento de San Francisco, recuperándose en 1999 cuando la cofradía moderna incorporó definitivamente ambas imágenes.

¿Qué simboliza el lema «Christus vicit mortem»?
El lema «Christus vicit mortem» (Cristo venció a la muerte), que los nazarenos portan en sus escapularios, constituye la proclama central de la fe cristiana en la Resurrección. A pesar de procesionar el Sábado Santo, jornada del sepulcro, la cofradía proclama ya la victoria de Cristo sobre la muerte que se manifestará plenamente en la Pascua.

¿Cómo puedo hacerme cofrade?
Para formar parte de la Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en Su Soledad, puedes contactar con la hermandad a través de su página web oficial o acudir a la sede social en calle de la Gloria, 7. La cofradía mantiene una actividad formativa intensa de septiembre a junio, organizando diversos actos y celebraciones para sus miembros.

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