Iglesia de San Antolín Mártir

La Iglesia de San Antolín Mártir se erige en el corazón del histórico barrio de San Antolín en Murcia, uno de los enclaves más antiguos y emblemáticos del casco antiguo murciano. Este templo, situado en la Plaza Pedro Pou, representa no solo un lugar de culto de gran relevancia espiritual, sino también un testimonio vivo de la historia y la fe de la ciudad. Es la sede canónica de la Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, una de las hermandades más antiguas y veneradas de la Semana Santa de Murcia, cuya procesión del Lunes Santo constituye una de las manifestaciones pasionarias más multitudinarias y emotivas de la capital murciana.

Iglesia de San Antolín en Murcia
Iglesia de San Antolín, en Murcia. Foto: Wikimedia Commons.

El templo actual, construido entre 1945 y 1961, surge sobre las cenizas de un magnífico edificio barroco del siglo XVIII que fue completamente destruido durante la Guerra Civil española. A pesar de las pérdidas irreparables que supuso aquella demolición, la Parroquia de San Antolín ha sabido renacer conservando piezas de extraordinario valor artístico y convirtiéndose en un referente cultural y religioso para murcianos y visitantes. Entre sus tesoros destaca el Cristo del Perdón, obra de Francisco Salzillo, considerada una de las primeras tallas del genial imaginero murciano.

Trayectoria histórica

La historia de la Iglesia de San Antolín se remonta a los albores del siglo XIV, cuando se estableció la parroquia en el antiguo arrabal de la Arrixaca, uno de los barrios medievales más significativos de Murcia. Durante la época andalusí, esta zona fue habitada por mozárabes y, tras la Reconquista cristiana en el siglo XIII, por mudéjares que convivieron con los nuevos pobladores castellanos. La parroquia de San Antolín figura entre las más antiguas de la Diócesis de Cartagena, conservándose en sus archivos actas bautismales que se remontan al año 1599.

El primer templo primitivo fue sustituido en el siglo XVIII por una espléndida iglesia de estilo barroco con influencias de transición al neoclasicismo. Las obras de este segundo edificio se prolongaron durante veintiocho años, finalizando hacia 1774. El proyecto arquitectónico fue obra del prestigioso Jaime Bort, el mismo artífice del brillante imafronte de la Catedral de Santa María de Murcia. La fachada principal destacaba por su perfecta simetría y sus dos torres gemelas que servían de campanario, siendo la torre derecha especialmente popular entre los vecinos por albergar un reloj que anteriormente había pertenecido a la Iglesia de Santa Catalina.

El elemento más sobresaliente de aquella fachada barroca era el bajorrelieve central que representaba el milagro de San Antolín de Pamiers, patrón de los cazadores, quien según la tradición logró hacer brotar agua de una piedra. Esta obra escultórica de Jaime Bort constituía una auténtica joya del arte religioso murciano. La portada lateral, más modesta pero igualmente bella, completaba un conjunto arquitectónico de extraordinaria calidad.

Con el estallido de la Guerra Civil española en 1936, el templo sufrió la destrucción más dramática de su historia. El edificio fue completamente derribado desde la veleta hasta los cimientos, siendo posteriormente utilizado el solar como Cuartel General de Pioneros. De todo el repertorio litúrgico y artístico que la iglesia atesoraba, prácticamente nada se salvó, perdiéndose un patrimonio incalculable. Sin embargo, afortunadamente se pudo rescatar el bajorrelieve de la fachada principal que hoy se conserva y puede admirarse en el altar mayor del templo actual.

En 1945 se iniciaron las obras de reconstrucción del templo, un proyecto que se prolongó durante dieciséis años hasta su finalización en 1961. Durante este período, la Cofradía del Perdón procesionó desde la vecina Iglesia de San Andrés hasta que el nuevo edificio estuvo listo. El templo actual, tercero en la historia de la parroquia, presenta una arquitectura contemporánea que contrasta con el esplendor barroco del edificio desaparecido, pero que ha sabido convertirse en un espacio digno de culto y devoción para los feligreses del barrio.

Datos prácticos

Cómo llegar y ubicación del templo

La Iglesia de San Antolín Mártir se encuentra estratégicamente ubicada en la Plaza Pedro Pou, número 1, 30004 Murcia. El templo está situado en el barrio de San Antolín, en el sector suroccidental del casco histórico de la ciudad, un área de profunda tradición histórica que formó parte del primitivo arrabal murado de la Murcia andalusí conocido como la Arrixaca.

Para llegar al templo, los visitantes pueden acceder fácilmente a pie desde el centro histórico de Murcia, siguiendo la calle Vidrieros desde la zona de San Pedro o desde la calle Sagasta, antiguo foso de la muralla árabe. El barrio se encuentra delimitado al sur por el Paseo del Malecón, uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad que discurre junto al río Segura. Los límites del barrio al oeste coinciden con el trazado de la autovía A-30, mientras que al norte se extiende hasta las calles Bolos y Angustias.

La ubicación de la iglesia en este entorno privilegiado permite combinar la visita al templo con un recorrido por otros puntos de interés histórico del barrio, como las cercanas murallas árabes de Verónicas y de Sagasta, vestigios del pasado islámico de la ciudad. Además, la proximidad a las salas de mercado Victorinas y a la capilla de San Pilar ofrece al visitante la posibilidad de conocer otros elementos del rico patrimonio del barrio de San Antolín.

Horarios de apertura y celebraciones

La Parroquia de San Antolín abre sus puertas de lunes a domingo en el siguiente horario general: de 10:00 a 12:00 horas y de 19:00 a 20:00 horas. Este horario puede sufrir variaciones durante los meses de julio y agosto, por lo que se recomienda contactar previamente con la parroquia si se planea visitar el templo durante el período estival.

Para aquellos fieles y visitantes que deseen asistir a la Santa Misa, la iglesia celebra eucaristías regularmente. El horario habitual de misas incluye celebraciones a las 11:00 y 20:00 horas, aunque es aconsejable verificar los horarios actualizados, ya que pueden existir modificaciones según el calendario litúrgico o circunstancias especiales de la parroquia.

Para información más detallada sobre horarios de confesiones, celebraciones especiales o cualquier otra consulta pastoral, los interesados pueden contactar con la parroquia a través del teléfono 968 296 906 o mediante correo electrónico en la dirección pantolinmurcia@diocesisdecartagena.org. El párroco y el equipo pastoral están siempre dispuestos a atender las necesidades espirituales de feligreses y visitantes.

Día de la semana Horario de apertura Horario de Misas
Lunes a Domingo 10:00 – 12:00 h
19:00 – 20:00 h
11:00 h
20:00 h
Nota: Los horarios pueden variar en julio y agosto. Se recomienda confirmar previamente.

Patrimonio artístico

El edificio actual de la Iglesia de San Antolín, construido en la década de 1950 y finalizado en 1961, presenta una arquitectura moderna y funcional que contrasta notablemente con el esplendor barroco del templo desaparecido. Sin embargo, el conjunto ha sabido integrarse en el entorno urbano del barrio histórico y ofrece un espacio digno para la celebración litúrgica y la contemplación.

Uno de los elementos más llamativos de la fachada principal es el mural realizado por el célebre pintor murciano Manuel Muñoz Barberán entre 1960 y 1961. Esta obra mural, de gran formato, sustituye en el exterior la representación del milagro de San Antolín que originalmente lucía el bajorrelieve barroco de Jaime Bort. El trabajo de Muñoz Barberán constituye un ejemplo destacado de la pintura religiosa contemporánea murciana y convierte la fachada del templo en un referente artístico del barrio. El pintor lorquino, afincado en Murcia desde los años 40, estuvo estrechamente ligado al proyecto de reconstrucción del templo de San Antolín, que hoy se ha convertido en un auténtico muestrario de su pintura religiosa.

La torre del campanario presenta una historia singular. Durante muchos años permaneció inacabada, hasta que en 2004 el Ayuntamiento de Murcia adquirió el compromiso de finalizar la obra. Tras su conclusión, la torre luce actualmente un aspecto magnífico que embellece el perfil del templo y se ha convertido en un elemento característico del paisaje urbano del barrio de San Antolín.

En el altar mayor se encuentra la pieza más valiosa recuperada de la antigua iglesia barroca: el bajorrelieve que representa el martirio de San Antolín, obra original de Jaime Bort que decoraba la fachada principal del templo del siglo XVIII. Este relieve fue restaurado en 2004 gracias a la iniciativa del entonces párroco Don Silvestre del Amor y a la aportación económica del Ayuntamiento de Murcia. La restauración permitió recuperar el esplendor de esta joya escultórica que constituye uno de los testimonios más valiosos del arte religioso murciano del período barroco.

Presidiendo el altar mayor se venera el Cristo del Perdón, magnífica talla atribuida a Francisco Salzillo que data aproximadamente de 1733-1734, siendo una de las primeras obras del genial imaginero murciano. Esta escultura crucificada constituye la imagen titular de la Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón. Durante décadas, esta obra permaneció como anónima, hasta que en 2013 el restaurador Juan Antonio Fernández Labaña demostró mediante un exhaustivo estudio técnico y científico que se trataba de una obra de Salzillo. El estudio reveló un particular sistema de ensamblaje de los brazos con el torso que actuó como la «firma oculta» del maestro. La investigación situó la obra hacia 1733, en la primera década de producción del escultor, convirtiéndola posiblemente en uno de los primeros Cristos en cruz realizados por Francisco Salzillo.

En el conjunto escultórico del altar mayor acompañan al Cristo del Perdón otras imágenes de gran valor: San Juan, obra de Francisco Salzillo de 1737, y la Virgen de los Dolores, talla de Roque López fechada en 1793. Completando la escena del Calvario se encuentra Santa María Magdalena, obra de Francisco Sánchez Araciel de 1897. Este conjunto constituye una representación única en la Semana Santa de Murcia, siendo el único Cristo que procesiona acompañado del resto de las imágenes del Calvario.

Entre las piezas de orfebrería que atesora el templo destaca una Custodia del siglo XVI, de gran valor artístico y patrimonial. Esta pieza de platería barroca salvada de la destrucción de la Guerra Civil representa uno de los escasos elementos litúrgicos originales que se conservan de la antigua iglesia. La custodia procesiona en las celebraciones del Corpus Christi y constituye una muestra excepcional del arte de la orfebrería religiosa en Murcia.

Otro elemento artístico de gran interés es la pila bautismal del siglo XVII, una joya que se conserva como testimonio de siglos de historia parroquial. Esta antiquísima pila, de factura suntuosa, ha visto bautizarse a innumerables generaciones de murcianos del barrio de San Antolín y representa la continuidad de la tradición litúrgica en el templo a pesar de las vicisitudes históricas.

El interior del templo alberga también otras imágenes de devoción popular. Destaca la talla del Sagrado Corazón de Jesús, flanqueada a su derecha por San José con el Niño en brazos y a la izquierda por Santa Bárbara. Asimismo, se venera una hermosa imagen de la Purísima Concepción que cuenta con gran devoción entre los feligreses. Un cuadro que representa el Bautizo de Jesús por San Juan completa el conjunto pictórico del templo, reforzando el simbolismo bautismal de la parroquia.

Además de las obras del altar mayor, el templo conserva otros trabajos de Muñoz Barberán en su interior. En 1942, el párroco de San Antolín solicitó los servicios del joven pintor para decorar la capilla de la Comunión, iniciando así una larga colaboración que se prolongaría durante décadas. Las pinturas murales de Muñoz Barberán en el presbiterio y en otros espacios del templo constituyen un valioso testimonio de la pintura religiosa española de mediados del siglo XX.

La escultura de San José, obra de Roque López, discípulo directo de Salzillo, fue también restaurada en 2004 junto con el bajorrelieve del altar mayor. Esta intervención permitió recuperar la policromía original y los detalles escultóricos de esta talla dieciochesca que muestra la maestría de la escuela salzillesca.

Vida litúrgica anual

La Iglesia de San Antolín mantiene una intensa vida litúrgica a lo largo de todo el año, siendo el centro espiritual del barrio y punto de referencia para los fieles de Murcia. Las misas dominicales y festivas congregan regularmente a numerosos feligreses que acuden a participar de la eucaristía y la vida sacramental de la parroquia.

Durante el tiempo ordinario, la parroquia celebra las misas diarias que permiten a los vecinos del barrio y trabajadores de la zona acudir a la celebración eucarística. Las celebraciones del fin de semana, tanto las vísperas del sábado como las del domingo por la mañana y tarde, concentran la mayor afluencia de fieles.

La Semana Santa constituye el momento álgido del año litúrgico en San Antolín. El templo es sede canónica de la Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, fundada en 1896 como sucesora de la antigua Hermandad del Prendimiento que se remonta al año 1600. El Lunes Santo es el día grande del barrio, cuando la procesión sale desde la plaza de San Antolín para recorrer las calles del centro histórico de Murcia en una de las manifestaciones pasionarias más multitudinarias y emotivas de la ciudad.

La procesión del Perdón está considerada una de las «procesiones grandes» de Murcia, no solo por su gran número de pasos, hermandades y nazarenos —cuenta con once pasos procesionales—, sino por su honda tradición y arraigo popular. Los vecinos del barrio se vuelcan desde primeras horas de la mañana con los preparativos, y las calles se engalanan para recibir a las imágenes. Entre los pasos que desfilan destacan Jesús en Getsemaní, el Prendimiento, el Encuentro con la Mujer Verónica, el paso titular del Santísimo Cristo del Perdón con el conjunto completo del Calvario, y Nuestra Señora de la Soledad Coronada, entre otros.

La festividad del Corpus Christi es otra de las grandes celebraciones del templo. En esta solemnidad, la valiosa custodia del siglo XVI que conserva la parroquia procesiona por las calles del barrio en un acto de adoración eucarística que congrega a numerosos fieles. Las calles se adornan con altares y alfombras florales, creando un ambiente de recogimiento y celebración.

A lo largo del mes de mayo, dedicado a la Virgen María, la parroquia organiza el rezo del Rosario y las flores de mayo, tradiciones marianas que mantienen viva la devoción popular. Los fieles se reúnen para honrar a la Madre de Dios con cantos, oraciones y ofrendas florales.

La festividad de San Antolín, patrón del templo y del barrio, se celebra el 2 de septiembre. Esta fecha es ocasión de especial alegría para los feligreses, que participan en una solemne eucaristía en honor del santo titular y en diversos actos festivos organizados por la parroquia y las asociaciones del barrio.

Durante el Adviento y la Navidad, el templo acoge celebraciones especiales como la tradicional Misa del Gallo en Nochebuena y las eucaristías de Navidad y Año Nuevo. El montaje de un belén en el interior de la iglesia y la decoración navideña crean un ambiente propicio para vivir el espíritu de estas fechas tan señaladas.

La parroquia también celebra a lo largo del año otras solemnidades litúrgicas como la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, festividad de especial relevancia dado que el templo conserva una bella imagen de la Purísima que es objeto de gran devoción. Asimismo, se celebran con especial cuidado las festividades de San José y del Sagrado Corazón de Jesús, cuyas imágenes presiden capillas laterales del templo.

La vida sacramental de la parroquia incluye regularmente la celebración de bautismos, primeras comuniones, confirmaciones y matrimonios. La histórica pila bautismal del siglo XVII continúa siendo utilizada para administrar el sacramento del bautismo, manteniendo viva una tradición que se remonta a siglos atrás. Las familias del barrio y de toda Murcia solicitan frecuentemente estos sacramentos en San Antolín, dada la belleza del templo y su significado histórico y espiritual.

Aspectos singulares

La Iglesia de San Antolín atesora numerosas curiosidades y anécdotas que la convierten en un templo único dentro del panorama religioso murciano. Estos detalles, menos conocidos por el gran público, añaden capas de interés histórico y cultural a la visita del edificio.

Una de las anécdotas más sorprendentes relacionadas con el templo desaparecido del siglo XVIII es que el reloj de la torre no fue construido originalmente para San Antolín, sino que había pertenecido anteriormente a la Iglesia de Santa Catalina. Este reloj se convirtió con el tiempo en un elemento muy popular entre los vecinos del barrio, que regulaban sus actividades cotidianas según sus campanadas. Aunque el reloj se perdió con la destrucción del templo en la Guerra Civil, esta curiosidad revela la constante reutilización y circulación de elementos artísticos entre los templos murcianos a lo largo de la historia.

El descubrimiento de la autoría salzillesca del Cristo del Perdón constituye una de las historias más fascinantes del patrimonio artístico murciano reciente. Durante más de dos siglos, esta magnífica talla crucificada permaneció como anónima, atribuyéndose tradicionalmente a otros autores como Nicolás Salzillo o Nicolás de Bussy. No fue hasta 2013 cuando el restaurador Juan Antonio Fernández Labaña, aplicando modernas técnicas de restauración como radiografías, macrofotografías, microscopía electrónica y espectroscopia infrarroja, pudo demostrar científicamente que se trataba de una obra de Francisco Salzillo. El hallazgo fue presentado en rueda de prensa en la propia iglesia de San Antolín y posteriormente recogido en un libro de 240 páginas titulado «El Cristo del Perdón de Francisco Salzillo». Este descubrimiento supuso un antes y un después para la Cofradía del Perdón y para el templo, revalorizando enormemente su patrimonio artístico.

El bajorrelieve salvado de la fachada barroca tiene su propia historia milagrosa. Cuando el templo fue demolido en 1937, prácticamente todo el patrimonio artístico se perdió para siempre. Sin embargo, este relieve de Jaime Bort que representaba el milagro de San Antolín de Pamiers logró sobrevivir entre los escombros. La pieza fue custodiada durante años hasta que, con la reconstrucción del templo en los años 50, pudo ser integrada en el altar mayor, donde hoy continúa siendo venerada. Esta supervivencia casi milagrosa convierte al relieve en un símbolo de la resistencia y la continuidad de la fe del barrio a pesar de las adversidades.

La vinculación del pintor Manuel Muñoz Barberán con San Antolín comenzó en 1942, cuando el joven artista lorquino apenas contaba 21 años. El párroco de entonces solicitó sus servicios para decorar la capilla de la Comunión, iniciando así una colaboración que se prolongaría durante décadas y que convertiría al templo en una especie de museo de la obra religiosa de Muñoz Barberán. El pintor realizó no solo el mural de la fachada entre 1960 y 1961, sino también numerosas pinturas murales en el interior, paños de pared en el presbiterio, y diversos trabajos de restauración. Esta estrecha relación entre el artista y el templo constituye un caso excepcional en la historia del arte religioso murciano contemporáneo.

El barrio de San Antolín conserva en sus calles vestigios del pasado andalusí de Murcia. Muy cerca del templo se encuentran restos de las murallas árabes de Verónicas y de Sagasta, que formaban parte del sistema defensivo de la medina islámica. El barrio formó parte del arrabal de la Arrixaca, zona que tras la conquista cristiana se convirtió en morería. Esta herencia multicultural se refleja en el trazado urbano del barrio, con calles estrechas y sinuosas que recuerdan su origen medieval. La propia calle Vidrieros, que conecta el barrio con el centro, constituía una importante vía de comunicación que conectaba la medina con el oeste de la ciudad.

Existe una tradición en el barrio que afirma que el Cristo del Perdón procede de la antigua ermita del Calvario del Malecón, última capilla de un extinto Vía Crucis creado por el convento de San Francisco que discurría sobre el Paseo del Malecón. Esta ermita, hoy desaparecida, habría albergado el crucificado antes de que fuera trasladado a San Antolín para convertirse en titular de la nueva Cofradía del Perdón fundada en 1896. El estudio histórico realizado sobre este espacio por el restaurador Fernández Labaña complementó la investigación técnica de la obra y ayudó a reconstruir la historia de la imagen.

La Cofradía del Perdón tiene la peculiaridad de ser la hermandad murciana más vinculada a su barrio. Para los vecinos de San Antolín, el Lunes Santo es su día grande, y la preparación de la procesión se vive con intensidad única. Cada año, la cofradía propone el indulto de un preso, dando así sentido a la advocación del «Perdón» elegida para su Cristo titular. Esta tradición, que se remonta a los orígenes de la cofradía en 1896, convierte la procesión no solo en un acto religioso, sino también en una manifestación de misericordia y esperanza.

El color magenta de las túnicas de la Cofradía del Perdón fue elegido con el propósito de otorgar un carácter señorial a la hermandad, diferenciándola de otras cofradías murcianas. Las túnicas de los cofrades alumbrantes disponen de una larga cola que, aunque con el tiempo supuso un inconveniente práctico para la procesión, contribuye a la majestuosidad y solemnidad del desfile. Este detalle estético refleja el cuidado que los fundadores de la cofradía pusieron en todos los aspectos ceremoniales de la procesión.

La primera acta bautismal conservada en los archivos parroquiales data de 1599, lo que convierte a San Antolín en una de las parroquias documentadas más antiguas de la ciudad. A lo largo de más de cuatro siglos, generaciones de murcianos han sido bautizados en este templo, han contraído matrimonio ante sus altares y han recibido sepultura cristiana bajo su amparo espiritual. Este larguísimo registro parroquial constituye una fuente documental invaluable para la historia social y genealógica de Murcia.

Preguntas habituales

¿Dónde se encuentra la Iglesia de San Antolín en Murcia?

La iglesia está ubicada en la Plaza Pedro Pou, número 1, código postal 30004, en el barrio de San Antolín del casco histórico de Murcia. Se puede acceder fácilmente desde el centro de la ciudad a través de las calles Vidrieros o Sagasta.

¿Cuál es el horario de visitas del templo?

El templo abre de lunes a domingo en horario de 10:00 a 12:00 horas y de 19:00 a 20:00 horas. Durante los meses de verano (julio y agosto) este horario puede sufrir modificaciones, por lo que se recomienda confirmar previamente.

¿Qué obras de arte destacan en la Iglesia de San Antolín?

Entre las piezas más valiosas se encuentran el Cristo del Perdón de Francisco Salzillo (circa 1733), el bajorrelieve de San Antolín obra de Jaime Bort salvado de la iglesia barroca destruida, una custodia del siglo XVI, la pila bautismal del siglo XVII, y el mural de fachada realizado por Manuel Muñoz Barberán. También destaca el conjunto escultórico del altar mayor con obras de Salzillo, Roque López y Sánchez Araciel.

¿Es el Cristo del Perdón realmente obra de Salzillo?

Sí, en 2013 el restaurador Juan Antonio Fernández Labaña demostró mediante un exhaustivo estudio científico que el Cristo del Perdón es obra de Francisco Salzillo, fechada hacia 1733-1734. El descubrimiento se basó en técnicas modernas de análisis como radiografías, microscopía y espectroscopia, que revelaron el sistema característico de ensamblaje utilizado por el maestro.

¿Cuándo procesiona la Cofradía del Perdón?

La Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón realiza su estación de penitencia cada Lunes Santo por la tarde-noche, partiendo desde la Iglesia de San Antolín. Es una de las procesiones más multitudinarias y populares de la Semana Santa de Murcia, con once pasos procesionales y cientos de nazarenos.

¿Se puede asistir a misa en San Antolín?

Sí, la parroquia celebra misas regularmente. El horario habitual incluye eucaristías a las 11:00 y 20:00 horas, aunque se recomienda verificar los horarios actualizados contactando con la parroquia en el teléfono 968 296 906 o mediante correo electrónico en pantolinmurcia@diocesisdecartagena.org.

¿Qué le ocurrió a la antigua iglesia barroca de San Antolín?

La magnífica iglesia barroca del siglo XVIII, diseñada por Jaime Bort, fue completamente destruida durante la Guerra Civil española en 1936-1937. El edificio fue demolido desde la veleta hasta los cimientos y el solar se utilizó como Cuartel General de Pioneros. Prácticamente todo su patrimonio artístico se perdió, salvándose únicamente el bajorrelieve de la fachada que hoy se conserva en el altar mayor del templo actual.

¿Quién pintó el mural de la fachada de la iglesia?

El mural de la fachada fue realizado por el célebre pintor murciano Manuel Muñoz Barberán entre 1960 y 1961, durante el proceso de reconstrucción del templo. Este trabajo sustituye en el exterior la representación del milagro de San Antolín que decoraba la fachada barroca anterior. Muñoz Barberán también realizó numerosas pinturas murales en el interior del templo.

¿Qué representa el bajorrelieve del altar mayor?

El bajorrelieve obra de Jaime Bort representa el milagro de San Antolín de Pamiers, patrón de los cazadores, quien según la tradición hizo brotar agua de una piedra. Esta pieza escultórica decoraba la fachada principal de la iglesia barroca del siglo XVIII y fue una de las pocas obras que se salvaron de la destrucción durante la Guerra Civil.

¿Desde cuándo existe la parroquia de San Antolín?

La parroquia de San Antolín se estableció a comienzos del siglo XIV en el antiguo arrabal de la Arrixaca. Es una de las parroquias más antiguas de la Diócesis de Cartagena, conservándose en sus archivos actas bautismales desde 1599. El templo actual es el tercero que se construye en este emplazamiento histórico.

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