Iglesia de San Juan Bautista

La Iglesia de San Juan Bautista ocupa un lugar privilegiado en la historia religiosa de Murcia, constituyéndose como uno de los templos más emblemáticos y venerables del centro histórico murciano. Situada en la Plaza de San Juan, esta parroquia representa no solo un hito arquitectónico de transición entre el barroco y el neoclasicismo, sino también un testimonio vivo de la fe cristiana desde los primeros momentos de la Reconquista en el siglo XIII. Su condición de primer templo cristiano edificado en Murcia tras la conquista castellana la convierte en un referente histórico de primer orden para comprender la evolución urbana y espiritual de la capital murciana.

El templo actual, construido entre 1750 y 1777, alberga un extraordinario patrimonio artístico que incluye obras maestras de la imaginería murciana, con especial protagonismo de la escuela de Francisco Salzillo. Entre sus tesoros destaca Nuestro Padre Jesús del Rescate, conocido popularmente como «El Señor de Murcia», una imagen anónima del siglo XVII que constituye uno de los titulares más venerados de la Semana Santa murciana. La iglesia es la sede canónica de la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza, cuya procesión del Martes Santo representa uno de los momentos de mayor fervor y emoción de la Semana de Pasión en Murcia.

Orígenes y evolución histórica

La historia de la Iglesia de San Juan Bautista se remonta a los albores de la presencia cristiana en Murcia. Su origen está íntimamente ligado al primer contingente de población castellana que se instaló en la ciudad tras el Tratado de Alcaraz de 1243, cuando el reino taifa de Murcia pasó a ser protectorado de Castilla. Estos primeros pobladores cristianos se asentaron en el Alcázar Mayor y en terrenos adyacentes extramuros de la medina islámica, dando lugar a un arrabal que inicialmente fue denominado «Murcia la Nueva», para diferenciarlo de la medina andalusí que permanecía habitada por población musulmana.

La iglesia primitiva se conoció con el nombre de San Juan del Real y posteriormente como San Juan del Rabal, al servir de parroquia del arrabal cristiano que se desarrolló en el antiguo meandro de la Condomina. Estaríamos, por tanto, ante el primer templo cristiano de Murcia junto a la capilla del Alcázar Mayor. La primera evidencia documental de su existencia data de 1248, cuando el Infante Alfonso de Castilla (futuro Alfonso X el Sabio) cedió la iglesia a la Orden de San Juan, confirmando así su temprana fundación y relevancia en la organización eclesiástica de la recién conquistada ciudad.

Tras la conquista definitiva de Murcia en 1266, con la intervención de Jaime I de Aragón para sofocar la revuelta mudéjar, el traslado de la población cristiana al interior de la medina supuso una relativa despoblación del arrabal de San Juan. Según la tradición, el propio rey Jaime I acampó con su ejército en las proximidades de la iglesia durante el asedio a la ciudad. A pesar de esta despoblación parcial, el arrabal no llegó a quedar abandonado, como lo demuestran las noticias documentales sobre la iglesia de San Juan del Real que se conservan de los años 1272 y 1285.

El primer libro de bautismos de la parroquia se conserva desde 1591, con la primera partida bautismal inscrita el 16 de junio de 1591, firmada por el entonces párroco don Jacobo Cuéllar. Este registro parroquial constituye una fuente documental invaluable para la historia social y genealógica de Murcia, reflejando más de cuatro siglos de vida comunitaria en el barrio.

El cambio de nombre de la iglesia, de San Juan del Real a San Juan Bautista, se produjo con motivo de su reconstrucción a finales del siglo XVIII. Este cambio fue promovido por iniciativa del Conde de Floridablanca, José Moñino Redondo, uno de los personajes más influyentes de la España ilustrada del siglo XVIII y primer ministro de Carlos III. Floridablanca, ferviente devoto de San Juan Bautista, residía en un palacio vecino a la plaza (actualmente reconvertido en hotel tras su rehabilitación). El conde fue protector y mecenas de la iglesia, contribuyendo generosamente a su reconstrucción y embellecimiento. De hecho, su padre fue enterrado en la capilla de comunión del templo, espacio que también sirvió como lugar de enterramiento del propio Conde de Floridablanca.

Otro importante benefactor del templo fue el obispo Manuel Rubín de Celis, cuyo retrato se conserva en la sacristía de la iglesia como testimonio de su patronazgo y apoyo a las obras del edificio actual. La participación de estos ilustres mecenas demuestra la relevancia social y política que el templo adquirió durante el siglo XVIII.

Durante la Guerra Civil española, la iglesia sufrió una utilización distinta a su función original, siendo habilitada como cárcel desde el 9 de diciembre de 1936. Sin embargo, y pese a las dificultades de aquellos años, gran parte de su patrimonio artístico logró salvarse gracias a la acción decidida de la Junta de Protección del Patrimonio Artístico de Murcia, creada por el alcalde socialista Fernando Piñuela. Esta iniciativa permitió preservar las valiosas esculturas y retablos que hoy podemos admirar en el interior del templo.

En 1943 se creó en la iglesia la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza, cofradía que ha revitalizado enormemente la vida devocional del templo y que posee uno de los titulares más venerados de la ciudad. La primera procesión de esta hermandad tuvo lugar el 1 de abril de 1947, con el paso únicamente de Jesús del Rescate. En 1949 se amplió la procesión incorporando la sección de la Virgen de la Esperanza.

El reconocimiento institucional de la importancia patrimonial del templo llegó en 1983, cuando la Parroquia de San Juan Bautista fue declarada Bien de Interés Cultural, máxima figura de protección del patrimonio histórico español. Esta declaración subraya el valor arquitectónico, artístico e histórico de un edificio que constituye una joya del patrimonio religioso murciano.

Información útil para visitas

Localización y acceso a la iglesia

La Iglesia de San Juan Bautista se encuentra estratégicamente ubicada en la Plaza de San Juan, s/n, 30003 Murcia, en pleno centro histórico de la ciudad. El templo da nombre tanto a la plaza como al tradicional barrio de San Juan, uno de los más antiguos y característicos del casco urbano murciano. Su localización privilegiada, muy próxima a la Catedral de Santa María, permite integrar fácilmente su visita en cualquier recorrido turístico por el patrimonio histórico-artístico de Murcia.

Para llegar a la iglesia desde el centro neurálgico de Murcia, los visitantes pueden acceder caminando desde la Plaza del Cardenal Belluga, donde se encuentra la Catedral, atravesando las calles comerciales del casco antiguo. La proximidad al histórico Arco de San Juan, vestigio de la antigua muralla medieval, añade un atractivo adicional al entorno del templo. Este arco, situado en la calle Tahona, constituye uno de los pocos restos conservados de las fortificaciones murcianas y forma parte del tradicional recorrido procesional de la Hermandad del Rescate.

El barrio de San Juan conserva el trazado urbano medieval, con calles estrechas que invitan al paseo tranquilo y al descubrimiento de rincones con encanto. La plaza que rodea la iglesia es un espacio abierto que permite contemplar la fachada del templo y constituye el punto de partida y llegada de la procesión del Martes Santo, momento en el que se produce el emotivo encuentro entre el Cristo del Rescate y la Virgen de la Esperanza.

Horarios de culto y atención al público

La Parroquia de San Juan Bautista mantiene una activa vida litúrgica durante todo el año. Los horarios de misas están adaptados para facilitar la asistencia tanto de los feligreses del barrio como de los trabajadores y visitantes del centro de Murcia.

El horario habitual de misas incluye celebraciones a las 9:30 horas y 19:00 horas en días laborables. Los domingos y festivos se celebran varias eucaristías a lo largo de la mañana y la tarde para dar cabida a todos los fieles que desean participar de la liturgia dominical. Durante el período estival, concretamente desde el 1 de julio hasta principios de septiembre, el horario puede sufrir modificaciones, manteniéndose generalmente la misa vespertina de las 20:00 horas.

Para información actualizada sobre horarios de misas, celebraciones especiales, confesiones u otros servicios pastorales, se recomienda contactar directamente con la parroquia. Los interesados pueden dirigirse por correo electrónico a parroquiasanjuanbautistamurcia@gmail.com o consultar la página web de la parroquia. El equipo pastoral está siempre dispuesto a atender las necesidades espirituales de feligreses y visitantes.

El templo permanece abierto en horario de misas y también puede visitarse en otros momentos del día, especialmente durante las horas previas a las celebraciones litúrgicas. Se recomienda respetar el silencio y el recogimiento propios de un espacio sagrado, especialmente cuando se celebran actos de culto.

Arquitectura neoclásica

El edificio actual de la Iglesia de San Juan Bautista fue construido entre 1750 y 1777, representando una interesante transición entre el típico barroco murciano y los primeros elementos neoclásicos que se desarrollaron en la ciudad. Esta dualidad estilística convierte al templo en un ejemplo paradigmático de la evolución del gusto artístico en la España ilustrada del siglo XVIII, cuando las formas recargadas del barroco comenzaban a dar paso a la sobriedad y racionalidad del neoclasicismo.

La planta del templo responde al esquema de cruz latina con una sola nave, siguiendo la tipología característica de las iglesias barrocas murcianas. La nave está cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada, a la que se abren capillas laterales comunicadas entre sí mediante arcos de medio punto que se abren en los muros de los costados. Esta comunicación entre capillas permite el tránsito procesional interior y contribuye a la sensación de amplitud espacial. En el crucero se eleva una cúpula que aporta luminosidad al conjunto, mientras que el presbiterio semicircular profundo marca el espacio sagrado del altar mayor. A los pies de la iglesia se sitúa el coro alto, elemento habitual de la arquitectura religiosa hispana.

La fachada principal, atribuida al prestigioso arquitecto Ventura Rodríguez (1717-1785), uno de los mayores exponentes del neoclasicismo español, constituye una de las primeras manifestaciones del estilo neoclásico en Murcia. Ventura Rodríguez, considerado junto a Juan de Villanueva el principal arquitecto español de su época, desarrolló una trayectoria que se sitúa entre el barroco y el neoclasicismo, y su intervención en San Juan Bautista se enmarca precisamente en su etapa de madurez, cuando había depurado sus gustos barrocos iniciales hacia formas más sobrias y clasicistas.

La portada se estructura mediante sencillas pilastras sobre las que corre un arquitrabe, dando la única nota diferencial los materiales de distinta coloración empleados en los elementos arquitectónicos. La característica dominante del conjunto es la desornamentación propia del estilo neoclásico, con ausencia de los elementos decorativos profusos del barroco y predominio de las líneas rectas y la geometría simple. Esta simplicidad formal no resta nobleza al edificio, sino que le confiere una dignidad serena que anticipa el gusto neoclásico que dominaría la arquitectura española en las décadas siguientes.

En la construcción del templo también participó el escultor Pedro Juan Guissart, artista de origen francés activo en Murcia durante el siglo XVIII, quien realizó algunos relieves del interior que muestran igualmente la transición hacia el neoclasicismo. La colaboración entre Ventura Rodríguez y Guissart resultó en un edificio armónico donde arquitectura y escultura se integran perfectamente.

La decoración interior de la iglesia es sencilla, con predominio de la cornisa desde la cual arrancan las bóvedas. También hay decoraciones de cenefas que remarcan la estructura del templo sin caer en la exuberancia decorativa. Esta contención ornamental permite que las obras escultóricas que alberga el templo destaquen con mayor fuerza, actuando el marco arquitectónico como un digno escenario para las imágenes devocionales.

Tesoros artísticos y patrimonio escultórico

El interior de la Iglesia de San Juan Bautista atesora un rico patrimonio en retablos y esculturas que la convierten en una verdadera pinacoteca de la imaginería religiosa murciana. Las obras que se conservan abarcan desde el siglo XVIII hasta el XX, con especial protagonismo de la escuela de Francisco Salzillo y sus discípulos.

En el altar mayor se encuentra un magnífico tabernáculo fechado en 1789, obra neoclásica de Lorenzo Alonso. Este templete se levanta en el centro del crucero, y sus columnas sostienen una cupulilla que originalmente cobijaba una lujosa custodia donada por el Conde de Floridablanca. Tras la desaparición de esta custodia, el templete pasó a albergar la imagen titular del templo: San Juan Bautista, obra del escultor marsellés Antonio Dupar (también conocido como Antonio Duparc), quien estuvo afincado en Murcia entre 1728 y 1731.

La imagen de San Juan Bautista de Antonio Dupar constituye una pieza excepcional en el panorama de la escultura murciana del siglo XVIII. Esta talla destaca por su gran percepción formal y estética clasicista, bien diferente de la escultura tradicional desarrollada en Murcia hasta entonces. Dupar introdujo en la ciudad una nueva concepción escultórica basada en modelos franceses e italianos, expresando una elegancia y refinamiento que influiría decisivamente en la generación siguiente de escultores murcianos, particularmente en Francisco Salzillo. La imagen del santo precursor, con su característico cordero y el báculo, muestra una factura técnica impecable y una serenidad expresiva que anuncia las formas del neoclasicismo.

La pieza más venerada del templo es, sin duda, Nuestro Padre Jesús del Rescate, imagen anónima del siglo XVII que constituye el titular de la Hermandad del Rescate. Aunque no se conoce con certeza su autor, algunos historiadores han atribuido la talla a Santiago Baglietto u otros maestros del seiscientos. La imagen representa a Cristo con las manos atadas, de ahí que popularmente se le conociera en sus orígenes como el «Cristo de las Manos Atadas» o el «Cautivo de Murcia». También recibe el apelativo de «Medinaceli de Murcia», aunque su advocación más extendida es la de «El Señor de Murcia», sobrenombre cariñoso que refleja la profunda devoción que los murcianos profesan a esta imagen.

El Cristo del Rescate se conservaba originalmente en el desaparecido Convento de los Trinitarios, donde era objeto de devoción desde el siglo XVII. Con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, que supuso la exclaustración de las órdenes religiosas y la venta de sus bienes, la imagen pasó a la Iglesia de San Juan Bautista, donde encontró un nuevo hogar. La fundación de la Hermandad del Rescate en 1943 revitalizó el culto a esta imagen, que cada año es objeto del besapiés más multitudinario de Murcia, celebrado el primer viernes del mes de marzo. Miles de devotos acuden a venerar al Señor de Murcia en esta emotiva ceremonia que se ha convertido en una de las tradiciones más arraigadas de la religiosidad popular murciana.

Junto al Cristo del Rescate se venera María Santísima de la Esperanza, magnífica imagen de vestir obra de José Sánchez Lozano, realizada en 1948. Esta dolorosa, cotitular de la Hermandad del Rescate, fue encargada al escultor de Pilar de la Horadada para completar el patrimonio procesional de la cofradía. Sánchez Lozano, uno de los más destacados imagineros murcianos del siglo XX, dotó a la Virgen de una expresión de sereno dolor que conmueve a cuantos la contemplan. La imagen cuenta con un valioso manto confeccionado en la histórica Casa Lucas, restaurado en 2010, y procesiona sobre un trono diseñado por Miguel Ángel Lorente y ejecutado por Juan Lorente en los años 90.

Otra obra de extraordinario valor es el grupo del Calvario, formado por las imágenes del Cristo de la Agonía, la Dolorosa y San Juan Evangelista, conjunto realizado por Roque López, discípulo predilecto de Francisco Salzillo. Roque López (1747-1811) trabajó en el taller de Salzillo durante sus años de formación y colaboró estrechamente con el maestro, absorbiendo su técnica y estilo. La obra de Roque López, aún tratando el tema pasionario, está muy próxima a los modelos salzillescos, especialmente a la colaboración que mantuvo con Salzillo en los años de aprendizaje.

Es particularmente interesante señalar que la cabeza del Cristo de la Agonía parece ser que fue realizada por el propio Francisco Salzillo y terminada por Roque López, lo que convertiría a esta pieza en una obra de colaboración entre maestro y discípulo. Este conjunto escultórico se realizó originalmente para el Convento de la Trinidad, desaparecido tras la desamortización de Mendizábal. El solar que ocupaba aquel convento es hoy la ubicación del Museo de Bellas Artes de la ciudad de Murcia. Con la exclaustración, el grupo del Calvario fue trasladado a San Juan Bautista, donde ha permanecido desde entonces.

La iglesia conserva también la imagen de Santa María de la Cabeza, talla fechada en 1748 y obra de Juan Porcel, otro discípulo aventajado de Francisco Salzillo. La figura mantiene los rasgos físicos heredados del maestro Salzillo, y los ropajes con motivos florales recuerdan la característica estofa salzillesca. Esta imagen es titular de la Cofradía Sacramental de Nuestra Señora de la Cabeza, que tiene su sede en el templo.

Una pieza que ha generado debate entre los estudiosos es la imagen de San Isidro Labrador. Mientras algunos historiadores del arte como Cristóbal Belda la atribuyen a Francisco Salzillo, otras fuentes de investigación como María Carmen Sánchez Rojas la atribuyen a Nicolás de Bussy, escultor de origen francés establecido en Murcia en el siglo XVIII y padre de Francisco Salzillo. Esta divergencia de atribuciones refleja la calidad de la obra y su proximidad estilística a la producción salzillesca, lo que dificulta la determinación definitiva de su autoría.

El templo alberga asimismo otras imágenes procesionales de la Hermandad del Rescate, como la Cruz Guía, realizada por Vicente Segura en 1955, y diversos pasos que conforman el rico patrimonio procesional de esta cofradía.

Vida litúrgica y celebraciones anuales

La Iglesia de San Juan Bautista mantiene una intensa actividad pastoral durante todo el año, constituyendo el centro espiritual del barrio y un punto de referencia para los devotos de toda Murcia, especialmente de los cofrades del Rescate.

Las eucaristías dominicales y festivas congregan regularmente a numerosos feligreses del barrio de San Juan y de otras zonas de la ciudad. Las celebraciones litúrgicas se caracterizan por el cuidado de la liturgia y la participación activa de la comunidad parroquial. Durante el año litúrgico se celebran con especial solemnidad las festividades propias del calendario, adaptando la ornamentación y la música sacra a cada tiempo y celebración.

La Semana Santa constituye el momento álgido del año en San Juan Bautista. El templo es sede canónica de la Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza, por lo que el Martes Santo se convierte en el día grande de la parroquia. La jornada comienza a las 10:00 horas con la Misa de Comunión General de la Hermandad, celebrada ante los tronos ya preparados y adornados para la procesión vespertina. Tras la misa, los tronos permanecen expuestos hasta las 14:00 horas, permitiendo a los fieles contemplar de cerca las imágenes y preparativos de la procesión.

A las 19:00 horas del Martes Santo tiene lugar la salida de la Procesión de la Esclavitud, uno de los momentos de mayor fervor de la Semana Santa murciana. El cortejo procesional está compuesto por tres pasos: la Cruz Guía, María Santísima de la Esperanza y Nuestro Padre Jesús del Rescate. Los nazarenos visten túnica y capuz en color azul-morado, capa blanca con escudo bordado, cíngulo y guantes blancos, sandalias negras y escapulario de la institución. La estética de esta hermandad es netamente andaluza, con riguroso orden y silencio entre sus nazarenos, diferenciándose así del estilo tradicional de otras cofradías murcianas.

Es de gran emotividad ver el discurrir de esta procesión por la calle Tahona, donde se encuentra el histórico Arco de San Juan, que nos trae a la memoria la imagen de una Murcia ya perdida en el tiempo. El recorrido transcurre por las calles más emblemáticas del centro histórico, pasando por la Plaza del Cardenal Belluga frente a la Catedral. Muy emotivo también es el encierro de la procesión cuando regresa a su templo parroquial, en torno a las 22:00 horas. En ese momento se apagan todas las luces del entorno y únicamente los faroles penitenciales iluminan el encuentro entre la Madre y el Hijo en la Plaza de San Juan, momento que se aprovecha para cantar saetas o partituras pasionarias a cargo de corales religiosas. Durante el recorrido procesional, tras el paso del Cristo del Rescate, cientos de personas le siguen cumpliendo sus promesas, portando velas encendidas en señal de devoción.

Uno de los elementos distintivos de la Hermandad del Rescate es que introdujo la novedad de la capa en la indumentaria nazarena dentro del estilo de silencio en Murcia, innovación que posteriormente adoptaría la Cofradía de la Salud. Además, los anderos que llevan los tronos también lucen capa, algo único entre las cofradías murcianas.

El primer viernes del mes de marzo se celebra el tradicional besapiés a Nuestro Padre Jesús del Rescate, acto que congrega a un gran número de fieles de la ciudad y de toda la Región de Murcia. Es el besapiés más multitudinario que se celebra en Murcia, con largas colas de devotos que esperan pacientemente para venerar al Señor de Murcia. La imagen se entroniza solemnemente en el altar mayor y permanece expuesta durante toda la jornada para permitir que los fieles puedan acercarse a ella, expresar sus peticiones y manifestar su devoción mediante el tradicional beso en los pies de la sagrada imagen.

La festividad de San Juan Bautista, que se celebra el 24 de junio, es naturalmente una fecha señalada en el calendario parroquial. Se organiza una solemne eucaristía en honor del santo titular, con especial solemnidad en la liturgia y la ornamentación del templo. Esta festividad marca el inicio del verano litúrgico y es ocasión de encuentro para la comunidad parroquial.

Durante el Adviento y la Navidad, el templo acoge las tradicionales celebraciones del tiempo de preparación para la Navidad y las eucaristías de Nochebuena, Navidad y Epifanía. El montaje de un belén en el interior de la iglesia y la decoración navideña crean un ambiente propicio para vivir el espíritu de estas fechas.

La parroquia celebra también con especial cuidado la festividad del Corpus Christi, la Inmaculada Concepción y otras solemnidades del calendario litúrgico. A lo largo del año se realizan diversos cultos, novenas y celebraciones penitenciales que mantienen viva la fe de la comunidad parroquial.

La vida sacramental de la parroquia incluye regularmente la celebración de bautismos, primeras comuniones, confirmaciones y matrimonios. Las familias murcianas solicitan frecuentemente estos sacramentos en San Juan Bautista, dados la belleza del templo y su significado histórico como primer templo cristiano de la ciudad.

Anécdotas y datos curiosos

La Iglesia de San Juan Bautista atesora numerosas curiosidades y relatos históricos que la convierten en un templo singular dentro del panorama religioso murciano. Estos detalles, menos conocidos por el gran público, añaden capas de interés histórico y cultural a la visita del edificio.

Una de las anécdotas más singulares relacionadas con el templo es que durante la Guerra Civil española fue habilitada como cárcel desde el 9 de diciembre de 1936. Este uso carcelario del edificio religioso, aunque lamentable, permitió paradójicamente la conservación de buena parte de su patrimonio artístico, ya que al estar ocupado por las autoridades republicanas, quedó bajo cierta vigilancia que evitó su destrucción total. La actuación de la Junta de Protección del Patrimonio Artístico creada por el alcalde Fernando Piñuela fue decisiva para salvaguardar las imágenes y retablos del templo.

El apodo de «El Señor de Murcia» que recibe el Cristo del Rescate no es una denominación oficial ni litúrgica, sino un «piropo» que nace del corazón de los murcianos, transmitido de generación en generación a lo largo de los años. Es tal la devoción al Cristo del Rescate que han sido numerosas las advocaciones populares con las que se ha conocido a la imagen a través del tiempo: el Señor de las Manos Atadas, el Cautivo de Murcia, el Medinaceli, el Señor de San Juan… Pero ninguna tan certera y precisa como la de «El Señor de Murcia», expresión que refleja el lugar preeminente que esta imagen ocupa en la religiosidad popular murciana.

La tradición de que los nazarenos y anderos del Rescate lleven capa sobre la túnica fue una innovación que rompió con el estilo tradicional murciano. Esta incorporación, de inspiración andaluza, fue posteriormente adoptada por la Cofradía de la Salud, que también procesiona el Martes Santo. El hecho de que incluso los anderos que portan los tronos (que no son estantes porque los tronos descansan sobre patas) lleven también capa es un detalle único que no se da en ninguna otra cofradía de Murcia.

El Conde de Floridablanca, cuyo palacio se encontraba vecino a la plaza de San Juan, no solo fue benefactor del templo sino que también está enterrado en él junto a su padre. La capilla de comunión alberga los restos de José Moñino Redondo y su padre, que fue capellán-protector de la iglesia. Este ilustre murciano, que llegó a ser primer ministro de Carlos III y una de las figuras más destacadas de la Ilustración española, mantuvo siempre una estrecha vinculación con su parroquia natal, contribuyendo generosamente a su embellecimiento. El palacio del conde, modelo de arquitectura neoclásica murciana del siglo XVIII, obra del arquitecto Ramón Berenguer, ha sido rehabilitado en época reciente y convertido en hotel.

A finales del siglo XVIII, el párroco de la iglesia, don Juan Abellán Tello, solicitó al Ayuntamiento de Murcia la concesión de un trozo de terreno a beneficio de la iglesia, desde la torre hasta la casa de don José Merelo en la calle Poco Trigo. Los regidores municipales don Mateo Cevallos y don Carlos Muñoz informaron que era perjudicial dicha concesión para el público porque estrechaba la calle, causando una deformidad notable. Como alternativa, sugirieron que se colocara en ese espacio un cuadro de las Benditas Ánimas con dos luces, como había en otras iglesias parroquiales de Murcia. Esta anécdota refleja las tensiones entre los intereses eclesiásticos y municipales en el urbanismo de la Murcia dieciochesca.

La imagen de San Juan Bautista de Antonio Dupar representa un hito en la historia de la escultura murciana por ser una de las primeras obras que introduce elementos del clasicismo francés en la imaginería local. Francisco Salzillo, que comenzó su actividad escultórica pocos años después de que Dupar realizara esta imagen, pudo conocer y estudiar la obra del maestro marsellés, que sin duda influyó en su formación artística. Así, San Juan Bautista constituye un antecedente directo de la escultura salzillesca, estableciendo un puente entre la tradición barroca hispana y las nuevas corrientes clasicistas europeas.

El Arco de San Juan, situado en la calle Tahona muy próximo al templo, es uno de los escasos vestigios conservados de la muralla medieval de Murcia. Este arco formaba parte del sistema defensivo de la ciudad y constituía uno de los accesos al recinto amurallado. La procesión del Rescate atraviesa este arco tanto a la salida como al regreso, creando una estampa de gran belleza y evocación histórica que remite a las procesiones de siglos pasados.

La primera procesión de la Hermandad del Rescate tuvo lugar el 1 de abril de 1947, con un único paso: el de Jesús del Rescate. El primer Hermano Mayor fue don Eduardo Carbonell Avilés, quien tuvo el honor de presidir esta histórica primera salida procesional. En 1949 se amplió la procesión incorporando la sección de la Virgen de la Esperanza, quedando configurado el cortejo procesional en su forma actual con tres pasos. Los estatutos de la Hermandad fueron aprobados el 5 de octubre de 1954, consolidando la organización institucional de la cofradía.

En honor a Nuestro Padre Jesús del Rescate se han compuesto varias marchas procesionales que acompañan a la imagen en su recorrido del Martes Santo. La marcha «El Cristo del Rescate. Señor de Murcia» es obra de José Ibáñez Barrachina y fue estrenada en 2017. Del mismo autor es la marcha «María Santísima de la Esperanza. Virgen del Rescate», estrenada en 2023 en conmemoración del 75 aniversario de la hechura de la titular mariana de la hermandad. Estas composiciones musicales forman parte del patrimonio sonoro de la Semana Santa murciana y son interpretadas por las bandas de música que acompañan a la procesión.

La cofradía del Rescate mantiene la tradición del indulto, por lo que cada año propone el perdón de algún preso, dando así sentido a la advocación del «Rescate» elegida para su Cristo titular. Esta tradición de misericordia convierte la procesión no solo en un acto religioso, sino también en una manifestación de esperanza y perdón.

Preguntas habituales

¿Dónde está situada la Iglesia de San Juan Bautista en Murcia?

La iglesia se encuentra en la Plaza de San Juan, sin número, código postal 30003, en pleno centro histórico de Murcia, muy cerca de la Catedral de Santa María y del histórico Arco de San Juan.

¿Cuáles son los horarios de misas en San Juan Bautista?

El horario habitual de misas en días laborables es a las 9:30 y 19:00 horas. Los domingos y festivos se celebran varias eucaristías. Durante el verano (julio-agosto) se mantiene la misa vespertina a las 20:00 horas. Se recomienda confirmar horarios contactando con la parroquia.

¿Qué obras de arte destacan en este templo?

El templo alberga el Cristo del Rescate (anónimo del siglo XVII), la Virgen de la Esperanza de José Sánchez Lozano, el San Juan Bautista de Antonio Dupar, el Calvario de Roque López con intervención de Salzillo, Santa María de la Cabeza de Juan Porcel, San Isidro Labrador atribuido a Salzillo o Bussy, y el tabernáculo neoclásico de Lorenzo Alonso.

¿Cuándo procesiona la Hermandad del Rescate?

La Hermandad de Esclavos de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Esperanza realiza su estación de penitencia cada Martes Santo, con salida a las 19:00 horas desde la Iglesia de San Juan Bautista. El regreso y encuentro entre las imágenes se produce en torno a las 22:00 horas.

¿Es cierto que es la primera iglesia cristiana de Murcia?

Sí, la Iglesia de San Juan Bautista (antiguamente San Juan del Real) fue uno de los primeros templos cristianos edificados en Murcia tras el Tratado de Alcaraz de 1243, sirviendo de parroquia al primer contingente de población castellana que se instaló en el arrabal extramuros. Consta documentalmente su cesión a la Orden de San Juan en 1248.

¿Qué significa «El Señor de Murcia»?

«El Señor de Murcia» es el apelativo cariñoso con el que los murcianos conocen a Nuestro Padre Jesús del Rescate, imagen anónima del siglo XVII que es una de las más veneradas de la ciudad. Este sobrenombre refleja el lugar preeminente que ocupa en la religiosidad popular murciana.

¿Cuándo se puede venerar al Cristo del Rescate fuera de Semana Santa?

El tradicional besapiés a Nuestro Padre Jesús del Rescate se celebra el primer viernes del mes de marzo, siendo el acto de veneración más multitudinario que se celebra en Murcia. La imagen se entroniza solemnemente en el altar mayor durante toda la jornada.

¿Quién diseñó la fachada de la iglesia?

La fachada se atribuye a Ventura Rodríguez (1717-1785), uno de los principales arquitectos españoles del siglo XVIII y máximo exponente del neoclasicismo español. La portada de San Juan Bautista constituye una de las primeras muestras del estilo neoclásico en Murcia.

¿Qué relación tuvo el Conde de Floridablanca con este templo?

José Moñino Redondo, Conde de Floridablanca y primer ministro de Carlos III, fue protector y mecenas del templo. Promovió el cambio de nombre de San Juan del Real a San Juan Bautista por su devoción al santo, contribuyó generosamente a la reconstrucción del edificio en el siglo XVIII, y está enterrado en la capilla de comunión junto a su padre.

¿Se puede visitar la iglesia fuera de las horas de misa?

El templo permanece abierto principalmente en horario de misas, aunque también puede visitarse en otros momentos del día. Se recomienda respetar el silencio y el recogimiento propios de un espacio sagrado, especialmente cuando se celebran actos de culto.

¿Por qué se llama Hermandad de «Esclavos»?

El término «esclavos» hace referencia a una forma de devoción tradicional por la cual los cofrades se consideran voluntariamente «esclavos» o servidores de las imágenes titulares. Es una denominación antigua que refleja el grado máximo de entrega y compromiso devocional con el Cristo del Rescate y la Virgen de la Esperanza.

Enlaces de interés

• Turismo Región de Murcia – Portal oficial de turismo de la Región de Murcia
• Murcia Turística – Información turística del Ayuntamiento de Murcia
• Diócesis de Cartagena – Web oficial de la Diócesis de Cartagena en Murcia
• Ayuntamiento de Murcia – Portal oficial del Consistorio murciano
• Región de Murcia Digital – Portal cultural de la Región de Murcia
• Catedral de Murcia – Información sobre la Catedral de Santa María